Yo estoy aquí para ti (Itanaru)

Capítulo 17

-¿Así que novios eh? -Naruto sonrió feliz -te lo dije aquel día, me agrada, ya me imaginaba algo así, escuché las habladurías de la gente mocoso -el rubio se sentó en el sofá de la oficina de su abuela en el hospital -abuela, vine por otra cosa, vine porque no me he sentido muy bien, he tenido dolor de cabeza, dolor de estómago y ganas de vomitar, Kurama aún sigue dormido ¿me darías algo de medicamento? ttebayo -la rubia levantó la ceja con duda -vaya, no creí que su ausencia siguiera afectando tu rápida recuperación, tu sangre Uzumaki debería contrarrestar cualquier infección o enfermedad ligera, acuéstate -el rubio asintió -la Senju comenzó a revisar su estómago con su ninjutsu médico, bajó un poco más, sus ojos se abrieron bastante -acuéstate en la camilla, esto no es para nada normal-

Naruto abrió sus ojos con miedo, de inmediato la obedeció, se acostó en la camilla mientras la rubia conectaba un aparato, mientras estaba listo levantó un pequeño maneral, escurrió gel en él, levantó la playera del rubio, comenzó a pasarlo suavemente por su abdomen bajo, una y otra vez comenzando a tomar medidas -Shizune, trae el kit de muestras médicas y el equipo de laboratorio portátil a mi consultorio -la rubia sacó de un sello en su brazo el expediente clínico del rubio -envía un clon a tu novio, no regresarás a casa -el menor comenzaba a ponerse nervioso -¿pe… pero? -la rubia negó -no sé exactamente qué sucede -el Uzumaki asintió, un clon suyo salió con velocidad a avisar a Itachi lo que sucedía, diez minutos después cuervos aparecieron fuera de la ventana formando un cuerpo, Itachi entró.

Tsunade lo vio con sorpresa, sonrió agradecida porque estuviera junto a su niño. El azabache apretó la mano de su novio con cariño, besó su frente -¿qué sucede Tsunade-sama? -la rubia respiró hondo -aún no sabemos bien, ahora mismo acabo de sacar sangre, realizaré algunos estudios, pero puedo decirles qué es lo que veo hasta ahora -ambos asintieron -su chakra y el del zorro están formando una matriz, no tarda en empezar a sentir síntomas más intensos, como es la fiebre, en algún momento su cuerpo debe comenzar a rechazarla o tratar de adaptarla -la pareja estaba en un shock intenso.

-Pe… pero… soy hombre -Itachi lo observaba con cuidado, apretó su mano, la besó con cariño calmándolo un poco, la rubia comenzó a realizar los estudios pertinentes, ambos se veían con cuidado -¿te sientes bien bonito? -el rubio levantó su mirada aún en shock -no sé ¿esto debería estar pasando?, soy hombre -el azabache entendía su angustia -tiene tiempo formándose, después de que implaté el brazo no volví a realizarte estudios de sangre, ni escaneé tu cuerpo, debiste sentir síntomas, comenzaste a generar hormonas en exceso, los ovarios están completos -el pequeño pensaba -¿estar más sensible tal vez?, debiste tener cambios algo extremos de humor, llanto, felicidad, más mimado, físicamente la piel más suave, menos bello, tienes el cabello más largo, tienes dieciocho años, sigues en la adolescencia, en tu formación sexual -el pequeño se sonrojó bastante, asintió débilmente -sí lo noté, pero no sabía, creí que era normal, últimamente veo que los chicos han crecido y yo… bueno, el otro día estaba junto a ellos y me sentí chiquito, pero papá y mamá eran… altos-

Tsunade lo observó con cuidado -es verdad, lamento informarte que no crecerás más -el Uzumaki abrió sus ojos demasiado haciéndose brillosos, levantó un puchero, comenzó a moverlo, Itachi sonrió quedito, lo abrazó con cariño, se le hizo tierno -tam… tampoco tengo músculos tan marcados como el resto -la rubia negó -puedes marcarlos más, pero te costará más trabajo, la proteína y grasa que comes se irá amoldando en lugares distintos, las caderas y las piernas serán un punto, si notas más cambios debes reportarlos, estaré monitoreando -ambos asintieron -si tu cuerpo la rechaza habrá que extraerla, si se adapta tendrás que decidir si dejarla, en este momento es imposible sacarla, pero si logra adaptarse y decides conservarla hay la posibilidad de que funcione y puedas tener hijos -ambos abrieron sus ojos demasiado, un gran sonrojo cubrió sus mejillas, Itachi en verdad deseaba que su pequeño la aceptara, le ilusionaba tener una familia propia a su lado.

....

Por la noche como la ex Hokage dijo, el rubio comenzó con fiebre, fiebre que duró casi por una semana subiendo y bajando, Itachi no se movió de su lado ni por un minuto, no quería dejarlo sólo. Sasuke, Sakura y Shikamaru lo visitaban constantemente y en discreción, aún tenían dudas sobre la Hyuga y en el estado en que se encontraba era mejor no bajar la guardia. Kakashi casi se infarta cuando se enteró, de inmediato estuvo a su lado aunque fue poco tiempo, verlo tan vulnerable para Sasuke fue algo extraño, el resto estuvo con él durante su recuperación después de la guerra, aunque en aquella ocasión se veía más tranquilo, esta vez fue diferente. La fiebre lo hizo delirar y sentirse frágil, el Uchiha mayor aún recordaba uno de sus delirios "no… me dejes Ita tú no, tú no" había lágrimas en sus ojos, ahora lo veía más tranquilo, respirando como si la fiebre nunca hubiera existido, se levantó acercando su rostro al del pequeño observando sus facciones algo perdido, besó sus labios suavemente, susurró ligero -te amo -una ligera sonrisa llena de paz mostraron los labios del Uzumaki haciendo sonreír al mayor.