‎Ángel

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—Hola cantinero, me puede dar un jugo y cualquier postre que no sea de cereza. Dijo un joven de unos quince años, atrás de él estaba una joven de la misma edad.

—Buenas tardes, también quiero un jugo y el mismo postre de Daiki. Contestó la joven mientras se sentaba al lado del joven.

—Muy bien, ya les sirvo, es la primera vez que los veo. Respondí, mientras me encargaba de sus órdenes.

—Si, acabamos de llegar apenas hoy, dentro de poco muestra maestra se unirá con nosotros. Me respondió.

—Bueno les sugiero que tengan cuidado de no molestar a las personas equivocadas. Dije al darles sus ordenes.

—Gracias Cantinero. Contesto con mucho entusiasmo.

—Estoy agradecida. Agregó la jovencita a su lado.

Volví a mis deberes hasta que oí el estruendo de la puerta ser abierta bruscamente, es más común ya que los piratas abundan estos sitios a si no le tome nada de interés.

—¿Dónde se metieron esos chicos tan mugrosos?

—Como se atrevieron a faltarnos el respeto de esa manera.

—Daiki creo que nos buscan. Comento la chica al niño de su costado.

—Pero si te disculpaste, en fin, te culpo a ti por esto. Respondió el chico mientras volvía a su comida.

—Hey, si me hubieras esperado no me hubiera chocado con ese tipo, así que la culpa no es toda mía. Respondió con indignación en su tono.

Lo que causó mi preocupación por los jóvenes ya que por el tono parece que no se irán con una simple disculpas, algunos ya se dieron cuenta de la situación de los dos jóvenes, por lo que los que pudieron salir del lugar esparcieron las noticias ya que algunos de sus hombres llegaron no poco después.

—Y ahora como los saco de esta. Murmure por lo bajo ante tal situación.

—No entiendo por que hacen tanto escandalo, ni que le hubiera ensuciado su ropa o algo por el estilo. Suspiro la joven mientras los volteaba a ver, al cual todos escucharon lo que dijo.

—Y tu que te has creído mocosa harapienta, bueno no esperaba más de muertos de hambre como ustedes. Dijo exaltada la rubia que acompañaba a Sarquiss.

—Disculpe señora, le pido que no le falta el respeto a mi compañera. Dijo serio el joven mientras se levantaba de su sitio al igual que la joven.

—¡¿Señora?! Gritó la mujer insultada.

—Pero que hacen, ellos no tienen piedad por nadie. Susurre ante las acciones de los niños.

—Hay que solucionar esto de la mejor manera, si de alguna manera cause daños a una de sus pertenencias prometo pagar lo dañado. Dijo la joven mientras se acercaba seguido del joven.

Los murmullos de todos se escucharon fue cuando entró Bellamy este se sentó, serví lo mejor que pude para apaciguar el ambiente, un estruendo llamó mi atención seguido de risas, de alguna manera la joven terminó tirada bruscamente contra una mesa.

—¡¿Pero qué les pasa?! Grito el joven mientras iba hacia la chica.

—Solo le enseñe una lección a esta igualada. Dijo Sarquiss seguido de risas de muchos.

—Eso fue descortés y muy bajo. Respondió la joven mientras se levantaba.

—Tu brazo... Estas sangrando. Murmuró el chico con un tono frío.

No sabia como hacer para sacar a los chicos de aquí, fue cuando la puerta se abrió de manera brusca y empese a sudar en frío, al alzar la mirada puede ver que no era el único en ese estado, de hecho los del grupo de Bellamy se encontraban pálidos con gran tensión en sus cuerpos, algunos no pudieron ni mantenerse de pie.

Monarcas_One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora