Todos los días, el Lord Demonio se escapa de su matrimonio

Capítulo 10

Sorprendido, la mandíbula de Zhuang Xiao Er había caído tanto, que casi la pierde. "Eso eso eso eso... ¿no es eso demasiado arrogante?"

Wen Yuan suspiró y dijo: "Hermano Segundo Aprendiz, ¿no conoces el comportamiento de los discípulos de la Secta Inmortal Shang Qing? Todos y cada uno de ellos son muy prepotentes, y nunca toman en serio a los discípulos de otras sectas. En ese momento, yo también estaba lleno de ira, pero no me atreví a hacer nada. El puñetazo de Hua Che realmente alivió mi enfado. Independientemente de todo, le admiro profundamente."

Zhuang Xiao Er: "Incluso si le admiras, ¿cómo es eso útil? ¿Es bueno ofender a la Secta Inmortal Shang Qing? ¿Es fácil presionar al Maestro de Zuo Qi? ¡Ese Hua Che apuñaló un avispero!"

Zhuang Xiao Er miró a Zhuang Tian y dijo: "Maestro, Hua Che ofendió a Shang Qing, así que me temo que no tendrá una buena vida en el futuro. Aunque Shang Qing se haga pasar por una prestigiosa secta honrada en apariencia y no haga un gran alboroto por ello, es inevitable que le hagan la vida difícil a Hua Che en el futuro. Si lo aceptan como discípulo, me temo que implicará a todo el Palacio Ling Xiao."

"Segundo hermano aprendiz junior, ¿quieres decir que no debemos cuidar más de Hua Che?" La frente de Wen Yuan se arrugó.

Zhuang Xiao Er: "¡No es que no quiera cuidar de él, es que no hay forma de que podamos cuidar! La Secta Inmortal Shang Qing tiene tanto poder, pero echa un vistazo a la situación de nuestro Palacio Ling Xiao. Si algo realmente sucede, no hables de no ser capaz de proteger a un pequeño discípulo. ¡Incluso nuestra secta entera sufrirá una calamidad!"

Wen Yuan respondió seriamente, "Pero si Hua Che no tiene una Secta de la que depender, ¿no sería más fácil para otra gente pisotearle? La Secta Inmortal Shang Qing podría hacerle lo que quisiera. Después de todo, ¿a quién le importaría la vida y la muerte de un cultivador errante?"

Zhuang Xiao Er: "Maestro."

Wen Yuan: "¡Maestro!"

Zhuang Tian yacía paralizado en la mecedora. No quería moverse en absoluto.

¿Podría ser esta la Voluntad del Cielo?

Dejando volar su imaginación, Zhuang Tian miró fijamente al techo. Desde el primer día en que fue establecido, el Palacio Ling Xiao nunca tuvo un día de esplendor.

Pero de repente, tres personas difíciles de manejar bajaron del cielo. Dos tenían familias prestigiosas, mientras que el último era joven y enérgico, sin miedo ni a las amenazas ni a la violencia.

¡Ay!

"Además," dijo Zhuang Xiao Er, "Tanto Yuntian Shuijing como el Valle Feng Ming están completamente en otro nivel comparados con nuestro Palacio Ling Xiao. ¿Cómo puede el Maestro controlar a Chu Tianyu o a Mu Zhaoyao? Si tuviera un corazón blando ahora mismo, no estaría aceptando a tres discípulos, ¡sino a tres rayos en su lugar!"

Zhuang Xiao Er continuó diciendo: "Además, si el Líder de Secta Chu y el Maestro de Valle Mu vienen a buscarnos, ¿qué podría decir el Maestro?"

"¿Decir qué?" Zhuang Tian enderezó su cuerpo, antes de continuar con voz inflexible. "Son mis discípulos. ¿Qué quieren hacer, robarlos?"

Zhuang Xiao Er se quedó en blanco.

Wen Yuan se regocijó. "Maestro, ¿desea aceptarlos como discípulos?"

Zhuang Tian: "Viajaron desde lejos para venir a nuestro Pico Ling Xiao, y también pasaron nuestro examen. ¿Cómo podría no aceptarlos, ah? Uno es el Joven Maestro de Yuntian, el otro es el Joven Maestro de Feng Ming. Si ni siquiera quiero a gente como ellos, ¡entonces realmente no puedo diferenciar lo bueno de lo malo!"