Todo el mundo sabe que llegar pronto no es tan bueno como llegar en el momento oportuno.
Era el séptimo día del séptimo mes*, así que toda la ciudad de Hangzhou estaba brillantemente iluminada. Las muchachas arrojaban lámparas al río para pedir bendiciones, mientras que otras intercambiaban muestras de amor en la orilla del Lago del Oeste. Con un paisaje tan bello en una noche tan bonita, realmente hacía que la gente se embriagara con la vista.
(*Justamente el festival Qixi, basándose en el calendario lunar.)
Hua Che se tumbó en la azotea. Aunque las tejas de cerámica le rozaban un poco, eran bastante inofensivas.
Acababa de beber sake y estaba un poco mareado. Al poco rato, Hua Che empezó a sentir sueño.
Chu Binghuan se sentó a su lado. Liberando algo de Verdadera Esencia, protegió a Hua Che e impidió que los mosquitos le acosaran.
La brillante luna colgaba en lo alto del cielo mientras las estrellas fugaces caían como lluvia.
De repente, Chu Binghuan pensó en su vida pasada. Él y Hua Che habían ido a la Secta Inmortal Shang Qing y habían asistido juntos al examen de selección de discípulos. Superando todas las dificultades durante su viaje, los dos se convirtieron en el centro de atención de todo el mundo.
Comparado con el umbral de aprobación del Palacio Ling Xiao, la Secta Inmortal Shang Qing era mucho más estricta. Comenzando en la Cordillera Kunlun, los candidatos debían viajar a pie y escalar un pico de montaña. Sus caminos estarían plagados de interminables trampas de todas las magnitudes; miasmas venenosas, laberintos, bestias demoníacas, fantasmas e incluso ilusiones.
Incluso ahora, Chu Binghuan todavía recordaba—
En aquel momento, se enfrentaban a un miasma venenoso que cubría cien li*. Sin embargo, Hua Che le dio a Chu Binghuan la única pastilla repelente de veneno que tenía.
(*conocida como milla china, casi medio kilómetro.)
"Joven héroe, si puedes escapar con vida, por favor trae mi esqueleto y envíalo a Hangzhou. Dáselo a mi más querida Abuela Jiang."
La historia siempre ha sido similar en formas asombrosas.
Chu Binghuan no tuvo la mente para burlarse de Hua Che por este lema suyo. Se puso en cuclillas para tomar el pulso del muchacho antes de preguntar: "¿Por qué me lo diste?"
Hua Che se sintió extremadamente mareado. Apoyado simplemente en el tronco del árbol, respondió con los ojos cerrados: "Desde que era pequeño, mi madre me ha enseñado a corresponder a la amabilidad de los demás. Tú me salvaste de esos dos vándalos, así que debo pagarte."
Chu Binghuan recordó cómo, medio mes atrás, cuando se encontraron con una bestia demoníaca que les bloqueaba el paso, Hua Che había arrojado instintivamente su vida sólo para salvarle. Dijo: "Ya me has pagado."
Hua Che: "La gracia del agua que gotea debe ser pagada con un manantial que brota."
Chu Binghuan frunció las cejas. "En aquel momento, cuando te ayudé, el esfuerzo que empleé no fue más que el que se necesitaría para levantar una mano. No tienes necesidad de devolverlo usando tu vida."
"Además, había probado cien hierbas a los cinco años de edad. Hace tiempo que mi cuerpo se ha vuelto invulnerable a cien venenos. Un miasma débil y venenoso como éste no puede hacerme nada."
"¿Qué?" Hua Che, que casi se había convertido en un cadáver, se movió de repente. "¿Así que mis buenas intenciones no sirvieron para nada?"
Esta reacción divirtió a Chu Binghuan y casi le hizo sonreír, pero aun así se las arregló para contenerse. Para evitar dar a este malhechor una pulgada y dejarle querer una milla, sin saber nunca lo que significaba ejercer la moderación, Chu Binghuan deliberadamente le sermoneó con una cara fría, "¿Qué piensas?"
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Todos los días, el Lord Demonio se escapa de su matrimonio
De TodoEn su primera vida, el shou Lord Demonio era cruel y vicioso, odiado por todos, aún más después de haber perseguido, secuestrado y forzado al gong Inmortal Hijo de los Cielos, obligándolo a hacer 'esto' y 'aquello' con él. Ahora, en esta nueva oport...