El lugar estaba en silencio luego del pequeño susurró de aquella persona. Quackity al igual que Titi miraron al extraño con una mirada confundida, esta cambio a horror repentinamente cuando la persona empezó a cargar flechas en su arco.Los dos jóvenes corrieron despavoridos del casino para ocultarse de aquel psicópata que intentaba darles caza, se ocultaron en diversos lugares de aquella ciudad, el aliento del de gorra estaba agitado, estaba cansado, con sed y hambre pero las flechas aún eran lanzadas hacia su persona.
Un pequeño desliz hizo que el hibrido pato tropezara y callera con todo el cuerpo al piso. Su vista estaba borrosa, con las fuerzas que podía intento levantarse pero sintió una fuerte presión en uno de sus hombros haciendolo gritar del dolor, una flecha le llegó.
—¡¡YA!!— gritó el pelinegro sintiendo sus ojos humedecerse mientras con una mano intentaba quitar el objeto de su hombro, que por miedo no podía.
La persona delante suyo lo veía aún extrañado, sus manos temblaban.
—Tu no eres real...es-estas muerto— su voz temblaba —Esto n-no puede ser real— sus manos pararon en su cabeza, tirando el arco y flechas, se limpió el sudor de su frente y acomodo su desordenado pelo.
El de gorra aun en el piso sollosaba, con toda valentía que tenía puso su mano en la flecha y se la quito del lugar, eso hizo que el dolor aumentará y la sangre saliera a montón.
Esto alarmó al contrario que lo veía aún estupefacto, observó como el hibrido intentaba poner presión en la herida para que no saliera aquel líquido rojo, fallando en el intento.
—Por favor...ayúdame— suplicó Quackity con una débil voz, mientras sus ojos se cerraban débilmente.
El más pequeño que se había ocultado por miedo a la persona desconocida, vio desde lejos como él de ropas moradas alzaba a su hermano con delicadeza para empezar a caminar y perderse de su vista.
(—)
Sus ojos se abrieron con delicadeza. Su vista aún no se acomodaba a la luz que se podía ver que entraba por la pequeña ventana, se encontraba acostado en una cama muy suave para su comodidad. Quackity vio un vaso y jarra de agua en la mesa al lado suyo, estiro la mano para agarrarlo, su idea era tomarlo pero un dolor punzante hizo parar su acción.
—Verga— se quejo en voz alta el de gorra.
El pelinegro observó detenidamente como no traía su suéter y gorro azul habitual, solo llevaba vendas al rededor donde estaba herido.Con curiosidad movió el hombro derecho con suma delicadeza para ver si el dolor podía disminuir, otra queja se escuchó.
—Big Q
El hibrido pato no se había dado cuenta de la otra presencia que se encontraba en la habitación, la persona se encontraba apoyado en la puerta con los brazos cruzados. La primera reacción del chico herido fue acerse para atras con sus piernas, chocandose con la pared, estaba sin salida.
La otra persona con aura amenazante se acerco lentamente hacia el de gorra que con miedo aún retrocedía para atrás.
—N-no te haré nada Big Q...lo que hice fue un error— dijo se acerco lo suficiente respetando la distancia que ponía el que estaba en cama—Yo me arrepiento en verdad, perdoname...La ultima vez que nos vimos tampoco actúe muy bien...tu tenias razon— el rostro del extraño se encontraba mirando al piso no se dignaba a ver al que alguna vez fue su jefe lastimado por su culpa de nuevo.
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-Mi Mundo-
Fanfiction-¿Habeis visto a Quackity?- todos se voltearon para ver al castaño preocupado. SapoPeta pensó lo peor, tal vez no pudo cruzar el portal. -Un momento...¡¿Y TITI?!-Rubius gritó. _____ Hi!