Mis "protegidos"

Quinta parte (5/6)

ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕗𝕚𝕧𝕖 (ℙ.𝕆.𝕍 𝕨𝕣𝕚𝕥𝕖𝕣)

Pasaron dos años. 2 caóticos años. Cada vez que lo pensaba, peor se ponía. Esos chicos, los tres, eran iguales a ellas. Eso lo atormentaba. Le hacia recordar siempre su incapacidad al no evitar la muerte de las 3. Sí, seamos claros, decía que ya no le dolía, pero le arrancaba una parte de el corazón cada vez que veía a las chicas en ellos. Lo consumía.

Ellos no tenían la culpa, pero era claro que algo lo molestaba cada vez que ellos estaban alrededor de él. Todo el mundo lo notaba. Todo el mundo se sentía incómodo cada vez que Tengen se quejaba de como se comportaban los niños. De Nezuko nunca se quejaba, por el contrario.

Cada vez que los niños preguntaban por sus madres, Tengen sentía que se moriría, y entonces evitaba la pregunta, gruñón y se iba ignorándolos. El siempre ponía la excusa de que era porque la herida seguía aun reciente, pero en el fondo ya nadie le creía. Se creó tal tensión entre ellos, que cuando los mandó a estudiar también los apuntó a todo lo que le pareció adecuado para ellos para que no estuvieran mucho por casa.

A Tanjiro lo apuntó a danza, 4 días a la semana, a Zenitsu a teatro, 3 días a la semana; y a Inosuke a gimnasia acrobática, 4 días a la semana, él era el más hiperactivo. Además de una academia de inglés para los tres, 2 días a la semana. Así se quitaba tensión del ambiente y solo tenía que lidiar con ellos los fines de semana. En esos días él desaparecía por "asuntos urgentes" que claramente inventaba para no estar en casa.

Con la que más tiempo pasaba era Nezuko, que lo ayudaba con algunas transacciones que hacía y todo el papeleo. Él quería que ella heredara su negocio. Y la empezó a formar para ello. La buena suerte que tuvo fue que la chica era callada y muy inteligente, entonces lo pillaba todo al vuelo.

Así pasaron otros 6 meses, hasta que su gran amigo Rengoku se presentó en casa un sábado, alegando que hacía mucho que no se veían y lo obligó a entrar, impidiendo que escapara de la casa antes de que los niños despertaran.

Lo arrastró al comedor y le dijo que hablaran y que había hablado con su secretaria para que anulara todo lo que tuviera por la mañana. Tengen lo miró con incredulidad, pero no dijo nada porque estaba acostumbrado a sus locuras.

-¿Tengen-san? -le llamó la voz de Tanjiro. Un escalofrío le recorrió el cuerpo -Que raro verlo aquí Tengen-san -se percató del hombre al lado del peli plateado -Buenos días señor. ¿Quieren algo de desayunar? No me molesta traerles algo, voy a la cocina de todos modos

Tengen miraba a Rengoku con una intensidad que dolía, pero Rengoku era muy denso, así que no captó el mensaje y asintió hacia el chico.

-Si nos pudieras hacer una taza de café, por favor -pidió con su sonrisa radiante de siempre

El cobrizo asintió suavemente y se adentró a la cocina

-Tenías toda la razón, es igual que Hinatsuru -dijo Rengoku sin poder ocultar su asombro

-Y si vieras a los otros dos... -dio un suspiro agotado -Cada vez sé menos como lidiar con todo eso del parecido. Con Nezuko es todo tan fácil porque, aunque tiene el pelo casi igual que ella, son bastante distintas -apartó la mirada un momento para mirar la puerta de la cocina -Pero Tanjiro es otro tema. Es igual de dulce, amable y valiente que Hinatsuru.

-Hombre, mucho no se le parece físicamente -dijo Rengoku

-Eso es porque no lo has visto bailar -argumentó Tengen -se mueve igual a como lo hacía ella, es tan grácil cuando baila, algo me revuelve el estómago solo de verlo

-¿Es porque te recuerda a Hinatsuru? -Tengen asintió, y en ese momento bajaron los otros dos

Zenitsu iba medio dormido todavía, pero se despertó del todo al ver a los dos hombres en el comedor. Inosuke llevaba una mueca de molestia porque Tanjiro no había ido a levantarlos y le había tocado a él despertar al rubio. Ambos saludaron escuetamente. Uno por timidez hacia los dos señores, eran imponentes y daban un poco de respeto; y el otro por enfado hacia su "hermano" y la situación que se había producido esa mañana. Luego entraron en la cocina