Mis "protegidos"

Sexta parte (6/6)

ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕤𝕚𝕩 (ℙ.𝕆.𝕍 𝕨𝕣𝕚𝕥𝕖𝕣)

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Al principio el mayor no les hizo ni caso, pero Tanjiro tuvo la maravillosa idea de hacer bicicleta (que estaba delante de Tengen) y así, atrajo su atención. Gracias a los movimientos rápidos de Tanjiro, sus piernas se marcaban en sus mallas.

Tengen gruñó, ¿qué se pensaba que estaba haciendo? Intentó ignorarlo e irse a la barra de abdominales, pero Zenitsu se puso a hacer sentadillas delante de él, y seamos sinceros, no era su espalda lo que miraba precisamente. Otro gruñido salió de él, ¿qué le pasaba a este también?

Intentó ignorarlo pero después de unas dominadas más se dio cuenta de que era inútil intentarlo con él ahí. Para intentar tranquilizarse (aunque como iba sabía que no podría), se fue a la sauna del gimnasio antes de irse a a la ducha, pero Inosuke ya estaba ahí.

Se sentó frente al chico, que tenía las piernas cruzadas y el pecho al descubierto, como le gustaba. No fue una buena idea. Al no saber donde mirar, terminó mirando al frente y se encontró con el pecho trabajado del menor. Vio como sus pezones estaban semierectos, y ahí perdió los papeles.

Salió corriendo del gimnasio a su cuarto. No podía más. Era todo tan excitante que... Ahí se dio cuenta. Alzó la cabeza como si le hubiera llegado una revelación. No estaba incómodo porque los chicos se parecieran a sus ex-esposas, era porque sentía una tensión sexual incontrolable con ellos.

Se agarró la cabeza. Esto no podía estar pasándole a él. Dios, parecía un enfermo, fijándose en chicos mucho menores que él, y encima no era solo uno, si no tres. Estaba seguro que no había ninguna ley que prohibiera nada de eso, pero, ya nadie le miraría de la misma forma.

Antes de que pudiera pensar más en lo desgraciado que sería, un toque se escuchó en la puerta

—Tengen-san, ¿está usted bien? —preguntó la voz del cobrizo detrás de la puerta —Inosuke Zenitsu y yo nos hemos quedado preocupados cuando ha salido corriendo del gimnasio, ¿le ocurre algo?

Genial, lo que le faltaba. No quería lidiar con ellos ahora. Sin embargo, antes de que pudiera decir nada, la puerta se abrió, dando paso a los tres. Cerraron la puerta detrás de ellos y se acercaron a donde estaba el mayor

—¿Está bien Tengen-san? —preguntó tímidamente Zenitsu. Su tono hizo que se le erizaran el cuerpo a Tengen

—¿Quiere que le traigamos algo? —preguntó Tanjiro con un tono suave que hizo que Tengen perdiera un poco de autocontrol

—Contesta, estamos preocupados por tí —soltó Inosuke y su tono sereno hizo que Tengen se echara hacia atrás para relajarse

Los chicos lo miraron con todo el descaro que pudieron pero su mirada fue a parar a la mitad de su cuerpo. Ahí fue cuando notó que aún llevaba la toalla de la sauna. Siguió la mirada de los chicos y notó el pequeñísimo bulto que sobresalía de la toalla. Quiso taparlo, pero ellos fueron más rápidos.

Tanjiro se agachó hasta la altura de sus rodillas, Zenitsu se puso a un lado suyo, completamente pegado e Inosuke igual en el lado izquierdo

—¿Qué hacéis? —les preguntó con voz temblorosa

—Hacerte sentir bien —susurró Zenitsu en su oído con las miradas fijas de Tanjiro e Inosuke en él

En ese momento, la toalla fue retirada y su glande salió a relucir, semierecto. Tanjiro acarició la punta con su pulgar, haciendo soltar un gemido de aprobación al mayor.

Los otros no se quedaron atrás. Inosuke hizo girar la cara de Tengen a la suya y atacó sus labios con deseo contenido. Costó qué correspondiera pero al final lo hizo.