Cuarta parte (4/6)

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ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕗𝕠𝕦𝕣 (ℙ.𝕆.𝕍 𝕌𝕫𝕦𝕚 𝕋𝕖𝕟𝕘𝕖𝕟)

Casi al anochecer, llegamos a la tercera dirección. Era un orfanato a punto del derrumbe en la casi mitad de la nada, pero yo ya no me sorprendía porque ya había visto de todo. Aun así me preocupó el estado del orfanato y la seguridad de los niños que habría dentro.

Les dije a los demás que me esperaran porque sabía que aquel sitio no era sitio para mirarlo siquiera. Entré por lo que me pareció una puerta. Todo se veía medio derruido, estaba seguro de que el moho que se veía no era el único que habría en ese sitio. Las paredes que aún se tenían en pie tenían grietas hasta lo más alto que llegaban y el silencio que había y la poca seguridad que me daba ese sitio me sobrecogió.

Busqué a la persona que no había hecho nada con este sitio a pesar de dirigirlo pero no encontré a nadie. De pronto sentí que me observaban y de un momento a otro tenía a un niño de lo que me pareció la edad de los otros encima de mí apuntándome con un cuchillo a la yugular.

-¿Quién eres? ¿A qué has venido? -del susto le apliqué una llave de defensa personal, desarmándolo y quedando ahora yo encima -¡Suéltame ladrón!

-No soy un ladrón -le dije, aunque sé que no me creería -¿Dónde está la persona que dirige este sitio?

-¿De qué hablas? -dijo, intentando alcanzar el cuchillo, yo le di un manotazo y salió volando fuera de su alcance -Aquí solo vivo yo

Eso me sorprendió. ¿No había nadie a cargo de él? Bueno, él, tenía cara de chica, pero estoy seguro de que no lo es, ya me entendéis. Volviendo al tema. Bueno, eso hacía sentido con que el sitio estuviera tan deteriorado, pero aún no me podía creer que no hubiera nadie con él

-Había una chica que me cuidó -empezó a hablar otra vez -pero la mataron cuando era un niño, y ahora vivo solo

-Bueno, ya no -le dije, sosteniendo sus muñecas para que no hiciera nada más mientras lo levantaba -Te vienes conmigo

-No. -soltó sin dudar

-¿No? ¿Por qué no? -le pregunté

-Le prometí a esa mujer que cuidaría este sitio -dijo bajando la cabeza

-¿Has visto cómo está esto? -le pregunté incrédulo -Se te va a caer encima si te quedas, así que te vienes conmigo

-Que no -insistió

-Que sí -le dije empezando a caminar al coche

-Que no -empezó a intentar soltarse de mí.

Me intentó dar una patada, pero, seamos sinceros, cuando el iba yo ya venía. Aun así, se estaba haciendo muy molesto que siguiera forcejeando, así que lo noqueé. Lo cogí en brazos y lo llevé al coche. No me preocupé por sus cosas porque ya le buscaría algo cuando estuviéramos en un sitio sin riesgo de morir, mi casa

Al verme meter al niño en el coche, inconsciente, los otros tres niños me miraron con terror absoluto. Tanto desprecio me estaba volviendo loco. ¿Por qué no simplemente mejoraban en ocultar sus sentimientos?

-Se desmayó por desnutrición -expliqué mintiendo, claramente no les iba a decir que yo lo había noqueado. Y como estaba muy delgado, parecieron creerme ya que sus expresiones se relajaron y le dedicaron una mirada curiosa al niño, que estaba un poco sucio

Me senté en el asiento de delante y suspiré. Por fin se había acabado este día tan agotador. Mi chófer me miró y yo le devolví la mirada. Arrancó sabiendo lo que le iba a pedir. Volver a casa, pero ambos sabíamos que ya no sería lo mismo, por lo menos no con tanto niño.

Mis "protegidos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora