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•~•~•~Competencia infantil •~•~•~•

— Ay santos dioses...

Patroclo no sabía cómo había empezado esto, estaba realmente confundido ¿Que mierda había pasado en los días que no había cuidado a Pirro?

— No te alteres, lo tengo todo calculado

— Cariño, Pelida, mi amor, ¿Me podrías explicar qué pasó mientras tú cuidabas a Pirro?

— Muy bien, todo empezó hace 4 días

4 Días antes

Aquiles estaba cargando a Pirro mientras terminaba de explicar la clase a sus alumnos universitarios. Al principio fue algo gracioso y asombrante para sus alumnos y para medio mundo escolar, que el profesor más codiciado de toda la Universidad de Athenas

1- Estuviera casado
2- Tenía un hijo

Pues no era mentira que muchas profesoras e inclusive alumnas suspiraban y estaban enamoradas del profesor "sexi"

— ¡Aquiles!

— Automedonte

El muchacho sonrió con entusiasmo al ver a su maestro, más fue el centro de atención al ver que varios alumnos se le quedaban viendo fijamente

Disculpe profesor Aquiles le vengo a preguntar unas cosas

El muchacho entró avergonzado al aula y el rubio solo miró a la clase

— Muchachos la clase terminó

Aquiles anunció mientras haciendo que varios alumnos salieran del aula, un grupo de jovencitas, estudiantes se acercaron a Aquiles para preguntar algunas "dudas".
Automedonte cargo al pequeño pirro el cual sonrió y empezó a jalar algunos cabellos del joven. <Auch> se quejó el joven mientras trataba de que el pequeño no le jalara el cabello más parece que el pequeño disfrutaba de su dolor pues jalaba con más fuerza el cabello del joven
Automedonte busco con la mirada a Aquiles en busca de ayuda, más sus intentos fueron en vano pues más jovencitas se habían acercado a Pelida
Haciendo que el joven batallara solo contra aquel bebé
Tras varios minutos Aquiles se logró librar de las jovencitas para soltar una leve risa pues Pirro parecía no querer soltar al joven, sacando ya lagunas lagrimitas de los ojos del mayor

Neoptólemo

La voz de Pelida se hizo presente, haciendo que el bebé pelirrojo lo viera con cierta confusión
El rubio cargó al menor haciendo que por fin el joven pudiera descansar

— Lo que hiciste está mal, lastimas a otros, deberías avergonzarte por tu comportamiento, eso solo lo hacen los bebes berrinchudos.

El rubio "regañaba" a su hijo con una voz algo severa, más el rubio trataba de contenerse pues odiaba regañar a su hijo.
El bebé al sentir el regaño de su padre comenzó a sollozar, haciendo que el rubio se sintiera completamente mal.
El rubio consoló a su hijo, colocándolo en su hombro, comenzando a moverse levemente y sobándole la espalda a su hijo.
Poco a poco el bebé se fue calmando volviendo a su hábito risueño de siempre.

— La paternidad te sentó bien

Hablo el joven al ver enternecido la escena entre padre e hijo

— Las noches son horrendas

Pelida hablo recordando como su hijo siempre lloraba a cierta hora, parecia reloj y pobre de ellos si no le daban su biberón en menos de 5 minutos, porque hacía el drama de todos los siglos.

¡SOMOS PADRES!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora