El destino
NARRADOR OMNISCIENTE
Isabella Georgia Reynolds, o como todos en la isla la conocían, Isabella, siempre detestó las mentiras pero siempre respetó los secretos. El hecho de ser engañada por Peter Pan activó el lado que utilizaba en su mundo la mayor parte del tiempo, desconfiada, fría y distante.
El orgullo le prohíbe salir de su tienda e ir al campamento, le prohíbe ver aquellos ojos esmeraldas que hipnotizan… que engañan.
—¿Tampoco sales hoy? —le deja el pedazo de carne que había conseguido por su cuenta.
—Sabes que no quiero verlo, Sam —devora su almuerzo como si no hubiera comido en días y es porque no había desayunado.
—¿Cinco días no son suficientes? —se recuesta a los pies de la chica y disfruta de la suavidad de la cama que él no posee—. No digo que lo perdones, sino que deje de importarte.
La de salvajes ojos color ámbar mezclado con el verde bufa aceptando que su no amigo tenía la razón.
—Tal vez tengas razón —pasa la lengua por sus dedos limpiandolos y sonríe al ver la cara de asco de su ahora consejero personal—, pero aún así no quiero salir.
Sam pone los ojos en blanco y se dispone a irse con el platillo vacío, le era bueno saber que al menos a ella le había encantado la comida que le había preparado con sus propias manos.
Saliendo de la tienda de la única niña perdida de Nunca Jamás se encuentra con el dueño de la isla apoyado en un árbol…, observando.
—No la molestes, ya has hecho suficiente —evita mirarlo directamente, nadie quiere provocar al líder de los perdidos, esos niños pueden ser peligrosos y su líder aún peor. Aunque a Sam le importaba poco cuando se trataba de alguien querido.
—Yo decido las cosas aquí —camina a paso lento y soberbio hacia el que considera inferior a él.
—Entonces sácala si puedes —pasa por un lado chocando sus hombros y camina tranquilo en dirección al campamento.
Pan no dejaría pasar este tipo de actitudes, sin embargo, el sonido de objetos estamparse con el suelo lo hacen entrar a la tienda en cuanto los oye. El escenario con el que se encuentra lo hacen pensar con más detenimiento su error, el de engañar a Isabella y planear usarla a su favor.
Mantas, tazones decorativos antiguos, veladores, y entre otras cosas tiradas en el suelo. Y una Isabella hecha una furia.
—Lárgate —sus ojos lucen más salvajes que nunca cuando encuentran en su campo de visión a Pan quien refleja en su rostro sorpresa y mucho asombro, no del bueno.
—Iba a decirte que salieras —pestañea repetidas veces esperando que fuera solo ilusión.
—No quiero estar en el mismo lugar que tú —se acerca hasta quedar frente a él.
—Es mi isla —su mirada advierte que cualquier movimiento estúpido podría ser fatal.
—¡Ese es el maldito problema! —se sienta en su cama hecha un desastre y esconde su rostro entre sus manos.
El cuerpo del de ojos esmeraldas se tensa.
—Puedo irme de cualquier parte de la isla en la quieras estar —habla sin moverse de su lugar.
—¿Incluyendo la cascada? —pregunta conociendo que ese lugar es uno de los preferidos de Peter Pan.
Se escucha un suspiro cansado.
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Perdidos [Peter Pan] ✓
Fanfiction[Fanfic de Peter Pan de OUAT] Perdido. Puedes estar perdido en un bosque, en tu mente, o puedes estar perdido en una mirada, en los ojos de alguien más. Peter Pan era un niño perdido. Isabella era una niña perdida. Ambos estaban perdidos, pero no e...