Capítulo 131 - Regresando a casa

216 40 28
                                    


Cuando Mo Xi regresó a la mansión Xihe, estuvo en reclusión durante tres días consecutivos.

Hubo muchas especulaciones sobre lo que había sucedió aquel día. La gente tenía curiosidad sobre qué tipo de conversación había sucedido entre Mo Xi y el Emperador cuando fue la Ciudad Imperial. Era extraño que el Emperador no lo hubiese castigado de forma severa, a pesar de que había cometido un gran error. Tan solo lo mantuvo encerrado durante tres días, tan despreocupado.

Pero nadie tenía por qué saber la verdad.

Durante esos tres días, Jiang Fuli no abandonó la mansión Xihe. Las heridas de Gu Mang eran demasiado graves. Tuvo que curarlo a puerta cerrada. Los sirvientes se retiraban y nadie podía acercarse a la sala de tratamiento.

En el tercer día.

El sol resplandecía a través de la celosía de la ventana. Con el paso del tiempo, las sombras oscuras se proyectaban lentamente por el suelo. Mo Xi se sentó frente al escritorio de sándalo y contempló la pila de cartas que tenía en frente.

Esa pila de cartas había sido leída innumerables veces por Mo Xi en esos tres días. Eran los informes que Gu Mang había enviado al Emperador desde el Reino de Liao a lo largo de los años. El Emperador los había llevado siempre consigo en su bolsa especial de Qiankun.

En los últimos cinco años, el papel Xuan apilado se encontraba ya desgastado; las hojas tenían ya manchones de tinta y los bordes del papel comenzaban a desprender un color amarillento.

Papel Xuan: denominado por el occidente como "papel de arroz". Es un tipo de papel cuyo origen se remonta a la China antigua, empleado para la pintura y la escritura.

La único que permanecía completamente intacto era la elegante escritura en ellos. Mo Xi estaba completamente familiarizado con esa escritura; los trazos eran ligeramente inclinados, el grabado suave y los extremos ligeramente curvados.

"Majestad, he entrado en la dinastía de Liao. El guoshi de Liao es muy cauteloso. Recientemente tuve un pequeño problema con él. Pero ahora todo está bajo control, así que no hay necesidad de preocuparse por eso. Saludos al Emperador."

"Su Majestad, después de la cosecha de otoño, Liao planea atacar la ciudad de Lan en el norte de Chonghua. La ciudad Lan tiene una gran cantidad de gente. Espero que el guoshi muestre más compasión por la gente y la ciudad pueda tomar sus precauciones..."

"Su Majestad, estoy destinado a ir a la montaña Tiandang con la división de Liao. Ahora que soy el comandante de Liao, la batalla es inevitable. Después de atacar la ciudad de Lan en siete días, atacaremos contra los soldados de Chonghua. Este es un movimiento inevitable. El general Gu se disculpa de antemano. Me arrodillo en arrepentimiento."

Entre los informes de Gu Mang, incluso había una carta para el Emperador después de la batalla en el lago Dongting.

La letra de esta carta estaba completamente garabateada, e incluso un poco temblorosa. Pareciera que cuando Gu Mang escribió esto, estaba demasiado conmocionado como para escribirlo con calma. Podías ver su ansiedad reflejada en los desordenados trazos...

"Ese cuchillo enterrado en su corazón era algo inevitable. El comandante en jefe Mo es demasiado terco e ingenuo. Espero que su Majestad pueda encargarse de él. Además, el general Gu tiene una petición: El comandante Mo y yo tenemos una profunda relación fraternal, así que nunca más volveré a luchar contra él... "

Cada vez que Mo Xi lo leía, le era imposible imaginar en cómo debió sentirse Gu Mang cuando escribió esa carta. A fin de cuentas, todo era demasiado duro y doloroso como para poder perdonase a uno mismo.

Restos de inmundiciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora