Capítulo XIV - "Sabia es mamá"

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× × ×

... Beep.
... Beep.
... Beep.

De a poco abre sus ojos, acostumbrándose a la luz del sitio. Es un lugar blanco, con un ventanal a su lado y lo que parece ser una televisión al fondo.
Ya sabe dónde está, por eso mismo no se le hace raro girar la cabeza para ver a su querido amigo Edgar junto a su hermana jugando en sus móviles.
Ella se sienta y les mira con serenidad, carraspea un poco para llamar su atención y espera a que reaccionen.

No tardan mucho en levantarse del sofá y caminar hacia ella.

💖– ¡Holaaa! – saludó la peliblanca.

🖤– Esta vez tardaste más de lo normal, te juro que estaba a nada de llamar a mi padre – dijo con cierta preocupación –, pero bueno, ya estás despierta.

☄️– Sigo vivita y coleando... necesitarán más que eso para alejarme de ustedes dos, idiotas – ríe.

🖤– Idiota serás tú – gruñe –, ¿en qué mierda estabas pensando? Sabes perfectamente que puedes salir muy mal de eso.

☄️– Hey, los salvé, ¿o no? – ambos hermanos asienten –. ¿Ven? Entonces, ¿por qué tanto problema? Hice mi trabajo y salió muy bie-

💖– ¡No quiero que te pase nada! – chilla –. ¡Eres demasiado genial como para salir herida!

🖤– Además... – Edgar suspira –, eres de las pocas personas que puedo llamar "amigo"...

☄️– Aww, ¿el emo temía perderme? – se burla –, ¡Qué ternura! ¡Jajaja- *Coff Coff*

Al momento en el que la pelinegra comenzó a toser ambos hermanos la socorren, preocupados por su estado. Por suerte no era nada grave, solo perdió una considerable cantidad de energía, pero la torreta curativa de Pam había ayudado a mermar el efecto del collar.

Esa cosa es mortal si quiere.

Una vez la centinela se estabiliza abraza a ambos hermanos, quienes corresponden al abrazo (claro, Edgar lo hizo con su bufanda, no es de dar afecto).

Sin embargo, a las afueras de la habitación, más hacia el pasillo donde la zona de cuidados intensivos se conectaba con el hospital varias bancas yacían con varias personas encima. Entre ellas una enorme melena rubia y un estilo de cabello pelimorado llaman la atención.
No hay que pensar mucho para saber de quienes se trata, sobre todo cuando sus caras son tan reconocidas que es imposible no asombrarse de verlos en un hospital.

Fang y Buster, aquel dúo de amigos que dormían bajo el techo de quien ahora se encontraba bajo vigilancia en una de las tantas habitaciones de cuidados intensivos se mantenían callados, aunque más que callados estaban ansiosos.

Buster está preocupado por su amiga, y no es para menos. Fang, por el contrario, está preocupado por Edgar.
No porque el pelinegro tuviera problemas, no, sino porque él era capaz de alejar a Roxanne de sí, y eso le preocupaba.

Quería disculparse con ella, quería hablar con ella y formar una bonita amistad.
Quién sabe, incluso podrían formar un lazo de confianza mutua.

Suspira, se levanta de la banca por quién sabe cuantagécima vez y se lleva las manos a la cara, irritado.

🎥– Fang, te estás estresando demasiado, cálmate – le sugiere –. No quiero que tengas que viajar otra vez por eso.

🥊– No estoy estresado, solo me irrita pensar en que ese emo piensa que tiene todo el control sobre ella. ¡Vamos, es como si fuera su pareja! ¡Y lo odio! – exclama –. Además, si tuviera un mínimo de decencia nos hubiera dejado pasar ya.

Una casa para dos (y otro...) - a Brawl Stars Fanfiction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora