Nappa se cayó sobre sus rodillas jadeando intensamente, la sesión de entrenamiento había sido bastante dura y bueno, Vegeta no ayudó.
Habían sido cuatro meses bastante intensos, pero hasta Nappa ahora no sabía sido capaz de alcanzar la transformación del Super Saiyajin.
Estaba frustrado por ello, todos incluso Raditz habían sido capaces de transformarse. ¿Por qué razón no podía si poseía un potencial superior?
"Parece que Kakarotto tenía razón, esta sala es increíble" comentó Vegeta con una pequeña sonrisa, "Mi poder se ha disparado bastante"
"Después de todo eres el príncipe de la raza saiyajin" agregó Nappa esbozando una sonrisa y Vegeta le miró con ojos despectivos al oírle.
"Hmpf, pensé que entrar aquí contigo serviría para algo productivo pero veo que sigues siendo el mismo inútil" se desquitó Vegeta sin piedad.
Nappa se quedó de piedra ante aquellas palabras. "¿Q-qué estás diciendo V-Vegeta?"
"Estás volviéndote en un bulto tal como lo era Raditz para nosotros, pero mírale ahora" Vegeta dio unos pasos al frente, "¡Es un Super Saiyan!"
Nappa oprimió los dientes. Sentía su orgullo saiyajin destrozándose pues aquel que siempre burló, Raditz, ahora era más poderoso que él.
"Mi padre te asignó para custodiarme, pero mírate ahora. Con tu poder microscópico estás peor que los humanos" sentenció el príncipe.
Y era verdad. Nappa fue inútil contra el rey Cold, contra los soldados de metal, contra los androides ni Cell. Fracasó en esas batallas.
"Es hasta humillante, el hijo de Kakarotto te humilló con un ataque cuando llegamos a este planeta" Vegeta se burló de Nappa sonriendo.
Nappa todavía seguía con la cabeza gacha escuchando cada palabra del príncipe, quien se alejó. "Será mejor que te vayas de este sitio"
Vegeta se transformó en Super Saiyajin, tenía que superar los poderes de Cell para devolverle la humillación que recibió. Ese era su objetivo.
"¡HAAAA!" Vegeta se giró repentinamente al escuchar aquel grito y sentir un pico de poder.
Un aura dorada envolvía el gran cuerpo de Nappa. Su bigote era dorado al igual que sus cejas y su poder aumentó cincuenta veces.
"¡Por fin te has transformado! Parece que finalmente no eres tan inútil" comentó Vegeta cruzando sus brazos con una gran sonrisa.
"VEGETA" gritó Nappa lleno de furia y salió disparado hacia el príncipe saiyajin, que sonrió poniéndose en pose de batalla para frenarle.
"¡Nada mal Nappa!" habló Vegeta con una pequeña sonrisa. Parecía que Nappa sí que podría serle de ayuda en el entrenamiento.
"¡Deja de tomarme el pelo!" gritó Nappa lleno de ira mientras comenzaba a atacarle, pero sus ataques eran de total inutilidad contra Vegeta.
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"Hmpf, es hora de ver el resultado de nuestro entrenamiento Vegeta" Nappa pensó mirando al príncipe. Este era su momento, debían ganar.
Ambos habían controlado el estado de Super Saiyajin, e incluso Vegeta fue más lejos llegando a controlar la forma ascendida a la perfección.
Cell alzó la mirada topándose con los ojos superiores de Vegeta y volvió a expulsar otra bocanada de sangre. ¡Esto fue inesperado!
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I'm Gohan!
أدب الهواةUgh, nunca esperé que mi vida acabara así... ¡Un momento! ¡Todavía no se había terminado! Con esta nueva oportunidad me convertiré en el ser más fuerte del multiverso Dragon Ball, ¡ya lo verán! ¡Aquí comienza mi leyenda! ¡Soy Son Gohan!
