Era se una vez un príncipe Omega, qué tenia todo desde su nacimiento, nacido en un castillo rodeado de atenciones y privilegios, siendo el único heredero al trono, su padre ya en su mayoría de edad lo casaría con alguien de su clase, para fomentar s...
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El capitán se había enterado por rumores de los marinos lo que había hecho el Alfa con ese Omega de la realeza, enseguida lo llamo después de que la noche se había hecho presente y Tae se había quedado dormido en una habitación separada a la de Jin...
—Dígame capitán, que se le ofrece—añadió firme el marino, saludando con mucho respeto...
—Marino Kim SeokJin, me entere que no permitío qué se llevarán al principe con los guardias...
Dígame porque tomo esa desicion que no le corresponde—molesto estaba el capitán, manteniendo firme la contestación el Alfa...
—Lo hice porque vi temeroso a ese Omega, inofenso sin querer irse, como si no fueran de confianza, así que mentí ante ellos, diciendoles qué era mi prometido, si tengo que merecer un castigo sobre eso, lo acepto capitán...
—Claro que tendrá un castigo ejemplar Kim SeokJin, no porque sea sangre Alfa, tiene que hacer lo que le venga en gana, acuérdese qué yo soy su superior...
—Entonces, lo acepto capitán...
—Apartir de hoy no habrá descanso en dos días, tendrá el doble de trabajo y no podrá ver al principe, hasta que pase ese lapso de tiempo, por fortuna, esta en otro cuarto, asi qué ya sabe lo tiene que hacer...
—¡Si capitán!—se retiro Jin triste y desanimado, no le dolía el castigo qué le había puesto el capitán, sino el hecho de que perdería dos días sin ver al principe...
—Luna mía, se que lo que hice, lo hice para proteger a ese hermoso Omega, no quería que se lo llevarán, mi vida se destrozaria y mi corazón❤️se deshace de solo pensarlo, estoy atrapado con ese Omega y no puedo evitarlo, cada vez me enloquece más, me gusta demasiado y solo deseo en seducirlo, hasta que caiga ante mi poder de seducción, como desearía qué sea quien es, como deseo que no sea un príncipe y que lo que pudiera pasar, no fuera prohibido, no me arrepiento de lo que hice, pero ahora me duele, no verlo en dos días—el Alfa fue a su cuarto en silencio para que no despertara a Tae qué estaba cercas del suyo, cuando entro olio el aroma de Jungkook, esperándolo también en silencio...
—Que haces en mi cuarto Jungkook—lo rodeo de su cuello reprochandole aquella mentira qué le había hecho creer a todos...
—Porque lo hiciste carajo, porque mentiste ante todos, para que no dijera su nombre Taehyung...
—Porque era mi deber protegerlo, no podemos dar ninguna información y menos personal, asi qué para evitarlo, tuve que decir eso...
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