Era se una vez un príncipe Omega, qué tenia todo desde su nacimiento, nacido en un castillo rodeado de atenciones y privilegios, siendo el único heredero al trono, su padre ya en su mayoría de edad lo casaría con alguien de su clase, para fomentar s...
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El ambiente se puso tenso, esperando aun la respuesta de Hoseok, el alfa esta vez fue más astuto he inteligente que el beta...
—Un omega del cual no esta permitido revelar su identidad, por respeto a mi territorio cuidar—los licantropos sabían que no podían sacarle la verdad al alfa y temían qué no fueran corrompidos ante tanto hostigamiento, con tantas preguntas inecesarias a su vida personal...
—Vaya, dejen de estar de curiosos, ante la vida personal del capitán, tiene derecho a decirnos o no de su vida y es muy respetable, además no debe importarnos de quien esta enamorado, solo le pido que sea un buen líder de embarcación y sea un buen capitán para mi reino, porque pronto Taehyung, hará muchos negocios con el capitán y tienen que estar muy preparados ambos...
—Pero padre, yo aun no se de los negocios...
—De eso no te preocupes hijo, que yo te prepararé para que llegue ese día pronto—le miro satisfecho, sabiendo Tae qué no se quitaría tan fácil al alfa de su vida...
—Porque no mejor Hobi, se prepara para ese tipo de asuntos, creo que después de casarnos como omega qué soy, me dedicaré a nuestra descendencia padre—el beta estaba muy dispuesto a encargarse del cargo, pero el rey se negó rotundamente ante eso...
—Eso jamás, tu serás el responsable de eso y no se hable más, capitán me ayudaría en estos días a decirle a mi hijo, cual será su labor con usted—su cuello alzó imponente y enseguida gustoso contesto...
—Para mi será todo un placer mi rey, entrenar y preparar al príncipe Taehyung—los celos por su rostro enseguida se notaron, el omega no tenía palabras para negarlo más, era la voluntad rotunda de su padre y era su deseo que lo hiciera...
—Comamos y después, cada uno se va hacer sus actividades del día, menos mi hijo y el capitán—el beta no le pareció que no lo tomaran en cuenta, así que exigió quedarse viendo como miraba el capitán a su futuro esposo...
—Me opongo mi rey, quiero quedarme con mi prometido...
—Lo siento, pero no puedes—exclamó el rey algo molesto, notando qué se le limitaba a sus ordenes como rey, los demás asienten y se retiran.
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