¿Quién eres?

52 8 1
                                    

- No me lo puedo creer - dije con tono de decepción.
Y sí, había un caso que resolver. Pero no uno policiaca, sigo de locura.
Al menos en esto, eres mucho más madura.
Gracias conciencia, por una vez me halabas.
Os cuento la situación. Teníamos a Rebeca tumbada en la cama en paños menores. Repito EN PAÑOS MENORES. A su lado estaba su queridísimo Jhon casi sin ropa, no quiero dar detalles.
Que cuerpazo que tiene.
Vale, estaba completamente alucinando en colores.
Es verdad que ya tenemos 15 años, y quizás puede haber algún que otro roce. Lo que no me cuadraba era que fuera Rebeca la que estuviera en este justo momento en la cama con un tío casi desnudos haciendo Dios sabe qué. Rebe era una chica divertida pero también muy discreta y sencilla. Nunca me hubiese imaginado esta situación. Aunque también me hacía gracia. Había que ver la cara que reñía los dos jóvenes de asustados.
- Creo que aquí molesto- dije aguantándome la risa. Salí corriendo y le di un portazo a la puerta. - ¡Perdón! - dije cuando me di cuenta del ruido que había hecho.
Tu amiga es mucho más cerrada de mente que tú, y ya se ha besado, liado... Vale que hay que esperar al amor verdadero. Pero chiquilla tienes 15 años. ¡Espabila un poco!
Escuché pasos apresurados detrás mía mientras bajaba las escaleras.
- ¡Espera! - gritó Rebe sin poder contener el aliento.
- ¿Te das cuenta de que estás en paños menores en medio de un grupo de adolescentes? - le susurré yo.
- Es que creo que ha habido un malentendido. Verás, no es lo que parece. - me comentó Rebe.
- No te preocupes. Yo no he visto nada. Además, no es para tanto. ¡Somos adolescentes!
No puedo creerme que esa frase haya salido de tu boca.
- ¿En serio no estás enfadada? - preguntó Rebeca levantando una ceja sin ánimo de comprender.
- ¿Por qué debería de estarlo? - dije yo.
- No sé... Oye ¿no te importa si me quedo hasta las tres de la mañana con Jhon?
- ¿No crees que es muy tarde?
- Porfisssssssssssss. Es sólo una noche.
- Es verdad. ¡Pásatelo bien! Además, no soy tu madre. Haz lo que quieras pero prométeme que vas a ir con cuidado.
- Prometido. ¡Te quierooooooo!
- Y yo y yo... Jaja - revolví los ojos- Por cierto, no dudes en llamarme si algún violador o acosador o asesino te intenta hacer algo.
- Tranquila. Además...¡Esto es el siglo XXI! Jake me llevará a casa.
Sonreí asintiendo y terminé de bajar las escaleras.
Quería quedarme en la fiesta, pero mi cuerpo no aguantaba más. Además mis padres me habían dicho que tenía que estar como máximo a las doce en casa, y ya eran las doce.
Cogí mi bolso y me dirigí directamente a la puerta principal.
En los sofás de la entrada habían un montón de jóvenes borrachos besándose exageradamente los unos con los otros.
Espera... ¿Ahora quién te va a llevar a casa? Es que mira que eres tonta por no haber pensado en eso.
- Valeria piensa... Valeria piensa... ¡Ya está! Cogeré un autobús. No hay que fiarse de los taxis a estas horas de la noche.
Cogí mi iPhone y mis auriculares y me puse a escuchar música camino a la parada. Lean on sonaba en mis oídos. Caminé durante largo tiempo, y cada vez me motivaba más bailando y cantando con un volumen de voz demasiado elevado.
Cantas demasiado mal. Pobres pájaritos que ahora tienen que sufrir escuchando tu horrorosa voz.
A pesar de las críticas supuestamente constructivas de mi conciencia seguí bailando y cantando o mejor dicho, chillando.
Estaba muy motivada y feliz hasta que alguien o algo tocó mi hombro.
Me quité los auriculares y me giré para ver quién era el que había osado interrumpir mi horrible danza y canto.
- ¿Cómo puede ser que una jovencita vaya andando sola por la calle a estas horas de la noche? - me preguntó un joven de más o menos 16-17 años.
Estaba muuuuuuuuuuuuy bueno. Era moreno, alto, musculoso de ojos verdes y muy guapo.
No te quedes embobada ante su belleza. Tú actúa con normalidad. O si no, se dará cuenta de que te has quedado alucinando con su cuerpazo.
- ¿Quién eres?
- Eso aún no lo puedes saber preciosa.
- Que amable hombre. - dije con sarcasmo
Ten cuidado, a ver si es un acosador o violador.
- Encantado - me dio un beso en cada mejilla.
- ¿No serás un violador ni nada de eso no? - pregunté yo con seguridad.
- ¿Tan mal aspecto tengo? - me dijo.
Los dos reímos.
- Por cierto. Eres muy despistada. Llevo siguiéndote desde hace dos manzanas y todavía no te has dado cuenta.
- Odio a los espías.
- No soy uno de ellos.
- ¿Entonces por qué me sigues?
- Tengo que decirte una cosa - respondió él cabizbajo.

Nota de autora:
¿Qué os parece de momento la novela mis pequeñ@a lector@s?
¿Os gusta? Votad si la respuesta a esta pregunta es SÍ
Comentad todo lo que queráis. Darme consejos y peticiones si queréis que ocurra algo en la historia.
¿Quién pensáis que es el chico misterioso? ¿Será bueno?
Seguir leyendo la novela y lo averiguaréis.
Os quierooooooo.
~~ ¿Qué pasará?~~

Algún día...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora