7;;the outside
Vegetta abrió los ojos pesadamente, se estiró en su cómoda cama y giró la cabeza para mirar a través de su ventana. Sin embargo, lo único que encontró fue su reflejo y el de Luzu sentado en una silla que sacó de quién sabe dónde. Inmediatamente, se dio la vuelta y a su vez se incorporó. Hubo un intercambio de miradas entre ellos: amatista y rubí, rubí y amatista.
Vegetta murmuró un "qué susto", el cual fue escuchado perfectamente por el castaño, quién se limitó a responder con un "lo siento", agachando la cabeza y con una sonrisa decaída, sonrisa la cual se fue tornando en un gesto triste. Intentó acallar sus sollozos mordiéndose el labio inferior y ocultar sus lágrimas tapando su rostro, más fue imposible.
El azabache se acercó a su amigo, lo tomó por lo hombros delicadamente tratando de tranquilizarlo, tal como ese mismo chico, que en ese momento se encontraba llorando, hizo en dos, y probablemente más, momentos de su vida.
El de ojos púrpura le aseguró que todo estaba bien, y que si no lo estaba, pues entonces lo iba a estar. Aunque en ese momento, él era quién precisamente entendía menos qué estaba sucediendo.
Luzu intentó hablar, pero se trababa nada más abrir la boca y no lograba articular ni una sola palabra. Para poder recibir una explicación de su compañero sobre lo que había pasado sin tener que tartamudear cada dos segundos, Vegetta le ayudó a hacer el ejercicio de respiración que el mismo castaño le había mostrado: inspiras por cuatro segundos, mantienes por cuatro segundos y, finalmente, expiras por cuatro segundos.
Cuando hicieron ese ejercicio las suficientes veces como para calmar al más mayor, el azabache posó una mano en la espalda del contrario, dándole pequeños golpes para reconfortar aunque fuese un poquito.
-He hecho justo lo único que me pedisteis tu y Alex que no hiciese-confesó tratando de mirar a Vegetta a los ojos. Este simplemente lo observó buscando una respuesta exacta, directa. Luzu lo entendió, así que se relamió los labios y se frotó las manos antes de dar su respuesta-. Se lo he dicho, le he dicho la verdad a Willy.
Los labios de Vegetta se separaron, su ceño se frunció, y sus ojos buscaron una explicación coherente, porque ya entendía de qué estaba hablando el de sudadera, pero no entendía el porqué de ello.
-Es decir, no le he dicho todo, ni siquiera se lo he dicho directamente, que es lo más importante. De hecho, ha sido justo al contrario, ha sido muy indirecto, creo yo-jugó con sus manos, que tenían una mezcla de sudor y lágrimas absolutamente desastrosa y asquerosa-. Pero conociendo a Willy, entenderá de algún modo lo que quería decir. Después de todo, es mucho más inteligente de lo que aparenta. Se podría decir que es de los más ingenioso de lo que pensamos, aunque hay veces que algunas indirectas no las entiende, imagino que será su inocencia.
Esto último lo dijo con una sonrisa triste, aunque a la vez nostálgica.
En un sitio alejado del pueblo, lleno de hierba con colinas y lagos, se encontraban jugando al golf Fargan y Willy. Este último estaba gritando: siempre perdía por culpa de "la suerte de Fargan". El híbrido tan solo reía al ver "la mala suerte de Willy". Realmente eso se había inventado Fargan hacía tan solo unos minutos, pero ya se lo había repetido más de cinco veces al otro.
-De verdad, como vuelvas a decir que tengo mala suerte, te vas a quedar sin padrino para la boda-amenazó el rubio al mismo tiempo que empujaba la pelota.
-Vale, vale-dijo el contrario aguantándose la risa-. No quiero quedarme sin mi padrino favorito-le guiñó un ojo al mismo tiempo que pasaba su brazo por los hombros de su mejor amigo-¿Te he dicho alguna vez que se te da super bien el golf?
-Que no me halagues, rata.
Eso solo hizo reír al híbrido, quién se sentó en una piedra decorativa y observó como el de boina verde intentaba hacer un hoyo en uno que él ya había hecho unos minutos antes. Aunque Willy no podía verlo por estar tan concentrado en tirar, Fargan le sonrió suavemente.
Recordó hace años cuando en la construcción del amor detrás de la casa de Luzu le pidió matrimonio y fue rechazado. Ese día y en ese mismo momento se limitó a reír, escondiendo las lágrimas en sus ojos. "Eres horroroso, terrible" esas palabras se repitieron una y otra vez, día tras día, y comprendió cómo se sintió Alexby cuando le rechazó. Pensó que ambos no eran tan diferentes, al fin y al cabo, ambos fueron rechazados por la persona que amaban. La diferencia era que él había formado parte en ambos momentos: en una culpable, y en la otra víctima, si es que se podían usar esas palabras.
La verdad es que agradecía haber intentado enamorarse de Alex, porque lo que inició como un capricho para tener a alguien que le quisiera a su lado, terminó con un amor mutuo y una boda a punto de llegar entre ellos.
No se dio cuenta que había estado demasiado tiempo metido en sus pensamientos que Willy ya había conseguido hacer el hoyo y en ese instante estaba esperando a Fargan.
-Despierta, macho-espetó Willy-. ¿Se puede saber en qué piensas? A ver, me traes a jugar golf para que me distraiga de lo del inútil de Luzu y al final el distraído eres tú.
-Perdón. Estaba preguntándome-se levantó y se dirigió al siguiente hoyo acompañado de Willy-, ¿crees que desear ser amado o querido es egoísta?
-¿Qué?-miró perplejo al híbrido, pues normalmente Fargan no pensaba las cosas, simplemente actuaba. Nunca había recibido una pregunta tan seria por su parte-. Pues... no, no creo. Supongo que querer ser amado es algo normal. ¿Egoísta? Puede, pero el ser humano es egoísta por excelencia, por naturaleza también. Así que, respondiendo a tu pregunta-fijó la pelota y el palo, preparándose para disparar-si, es egoísta, pero eso no significa que sea algo malo.
-Entiendo-imitó la acción de Willy y se relamió los labios-. Eso es bueno porque no me gusta ser egoísta, y la única cosa que siempre he querido-le dio un fuerte golpe a la pelota, observó fijamente como salía disparada y caía, entrando directamente al agujero- es ser amado.
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Holaaa
Si follacamiones24 no gana el Esland a mejor baile del año cancelo flores :)
Chaooo ♡♡♡
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𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 - 𝘄𝗶𝗴𝗲𝘁𝘁𝗮
ФанфикEn el fin de Karmaland, Willy se declara a Vegetta. Este, tal vez por impulso o por necesidad de tener a alguien antes de morir, le corresponde. Cuando llegan a la "cuarta dimensión de Karmaland", las cosas se vuelven extrañas para algunos, y maravi...