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14;;i wish you would

El nuevo plan de Vegetta era el siguiente: En primer lugar, hablar con Alexby sobre lo sucedido, luego ir ambos a aclarar las cosas con Willy, y finalmente ser felices y comer perdices. Al menos ese era el plan para que todo quedara en paz.

Parecía un plan sencillo, pero Vegetta estaba seguro que Willy estaría molesto tanto con Alexby como con él. Habían pasado dos días y Willy no daba señales de vida ni por el pueblo. No se atrevió a ir a su casa por si se la cerraba en la cara, pero ahora con alguien a su lado, iba a ir sí o sí.

Para ir a esa casa en las montañas tuvo que pasar por las tenebrosas aguas del río de Karmaland, luego por la explanada entre el pueblo y la casa de Luzu, después el huerto "comunitario" y por último subir esas escaleras hasta llegar a la cima y tener la suerte de que las torretas estuvieran desactivadas.

Realmente no tenía ninguna prisa, pero de todos modos, llamó al timbre como si se muriese allí mismo.

—¿Se puede saber qué coño te pasa?–espetó malhumorado Alexby, un segundo después de abrir la puerta–. Oh, que raro, Vegetta. ¿Sabes acaso qué hora es? ¡Las 8 de la mañana!

El azabache abrió la boca para reprocharle que no era tan tarde, pero se dio cuenta de que no estaba llamando a la puerta de cualquier persona normal. A la persona a quién había despertado, era a Alexby, que se iba a dormir tarde y se despertaba tarde. Lo contrario a él: que se iba a dormir temprano y se despertaba temprano.

—Vale, lo siento Alex. ¡Pero es urgente! Dime, ¿te has enterado de lo que pasó con Rubius y Willy?

—Por supuesto–le indicó que pasase, y mientras Vegetta lo esperaba en el salón, él comenzó a cambiarse de ropa en una sala de al lado–, Luzu al fin y al cabo es un cotilla que difunde todo el chisme incluso a una cucaracha.

—Sí, bueno, eso ya lo sabemos todos–se dejó caer en un sofá–. Pero el caso es que necesitó saber como está. No sé nada de él desde ese día, y tengo miedo de que le haya pasado algo.

—Willy está muy feliz con su vida, y por una mierda que pasó hace años no se va a suicidar–volvió a donde se encontraba su amigo–. Bicho malo nunca muere.

—...

—Ah, claro.

La casa de Willy estaba enfrente de la de Vegetta, por lo que este último tuvo que hacer el mismo recorrido que hizo apenas un rato.

Llamaron primero a la puerta pero no hubo respuesta, después al timbre, y nada.

—Se habrá ido a dar una vuelta, a saber–comentó indiferente el de casco de Stormtrooper.

Estuvieron un rato más esperando a ver si había salido a dar una vuelta o algo, pero al ver que no venía nadie, Alexby decidió irse, dejando a Vegetta solo, aún esperando.

Pasó el rato, pero Willy no parecía dar señales de vida, pero de todos modos, esperó. Porque por Willy esperaría toda su vida, y más.

—¿Samuel?–dijo una voz conocida.

Se levantó rápido pero a la vez torpemente al reconocer la voz.

—¡Kristina!–saludó Vegetta. Todos se habían reencontrado con las chicas, evidentemente, pero aún no había llegado a ver a Kristina, con quién se llevaba especialmente bien por lo que se abrazaron–. ¡Pero bueno! ¿Y ese anillo?–le sonrió con interés tomándola de las manos.

—Verás...–comenzó, riendo–. Pues una cosa llevó a la otra, y digamos que me casé con Dulce.

—Vaya, vaya. ¡Pues enhorabuena!

—¡Gracias! Y bueno, un pajarito me ha dicho que mi compañero de casa y tú...

—¡Ah, Willy! Sí, bueno, ahora ha pasado algo y no tengo idea de si estamos bien o mal, pero sí, estamos saliendo.

—Oh...pues debe de ser algo grave, porque ya sabes que Guillermo no se enfada nunca–se dio cuenta de lo que había dicho–. Pe-Pero tal vez ese no era su día, y se enfadó por algo por lo que no tenía por qué.

Aún sabiendo que solo estaba intentando animarlo, Vegetta se lo agradeció.

—Hablando de Willy, ¿sabes dónde está? Ya que vivís juntos, imagino que lo sabrás...

—Pues se fue hace unos días de viaje, no me dijo nada más que "Voy a buscar algo muy importante y a jugar al golf con Fargan"–lo imitó–. Y ya está. La verdad es que entiendo porque no me dijo más, somos compañeros de piso, pero tampoco tenemos que contarle la vida al otro.

—Vaya. Pues gracias...

—No es nada.

El de morado se relamió los labios y jugó con sus manos, lo que hizo que Kristina se diese cuenta que quería decir algo, pero no iba a forzarlo.

—Una cosa, Kris–la miró a los ojos–, ¿podría quedarme a dormir?

—Sí, claro, tú como en casa. Además, está Trotuman.

Al escuchar ese nombre, Vegetta se congeló.

—¡Genial! Pues me voy a echar la siesta aunque sea por la mañana–y se tumbó en el césped.

—¿¡Pero qué haces!?

—Pues dormir.

—Pero si puedes dormir dentro...

—Aquí estoy bien.

—Ah, ya veo lo que pasa. Te cae mal Trotuman.

—¿A mí? Que va, que va.

—Eres como un crío–cansada, lo tomó un brazo y tiró de él.

—Déjame en paz–alargó la última vocal, haciendo drama.

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Holaaa

Como estan? Espero que bien, y si no, llorad en los comentarios, ahí es la llorería.

El siguiente cap será el penúltimo :)

¿Cuándo saldrá el siguente cap?

En unos días ji ji.

La pregunta es si tendrá final feliz o triste.

Y la respuesta tendría que ser sorpresa, pero confirmo que es feliz, porque odio los finales tristes.

Eso es todo wiii

Chaooo ♡♡♡

𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 - 𝘄𝗶𝗴𝗲𝘁𝘁𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora