10;;seven
El policía más joven se encontraba paseando por el pueblo. Ese día tenía día libre, así que aprovechó para ir a dar un paseo por las calles, fijándose en su belleza y no en su peligro como cuando le tocaba trabajar. Pero en serio, él lo que quería era su puesto de cura devuelta. Odiaba ser policía.
Todo parecía tranquilo, hasta que vio una boina verde, y todo su cuerpo se tensó.
—¡Hombre, Willy!–le saludó–. ¿Qué haces por aquí? ¿Algo ilegal, puede ser?
—¿Eh? Ah, no–parecía tranquilo, algo sospechoso para Alex–. Voy a por un paquete de cigarros a la tienda esa de ahí–señaló una tienda conocida por vender tabaco y ese tipo de cosas, siempre y cuando no fueran ilegales. Alexby la conocía bien: siempre era enviado a registrarla para ver si tenía algo ilegal.
El chico de casco se paralizó, y empezó a sudar y tartamudear:—¿Tú tabaco? Pe-pero si tú no fumas, ja ja.
—¿Ah, no? Qué extraño–puso una pose pensativa–, yo creía que sí.
—Que no, hombre, que no–le dio unos golpecitos en la espalda, intentando convencerlo.
—Bueno, da igual–pausó un momento–. Una cosa, Alex.
—¿Sí?
—¿Tú recuerdas...?–se calló a sí mismo, pues cuando fue a preguntarle por su sueño del día anterior, el recuerdo de la pesadilla se desvaneció en su mente como si fuese por arte de magia–. Ah, nada. Se me ha...olvidado lo que te iba a decir.
Alexby vio como Willy se sujetaba la cabeza, intentando recordar algo. Al ver ese acto, el azabache frunció el ceño y cambió el tema de conversación.
—Oye, William. ¿Has visto, o escuchado, lo de las chicas?
—Ah, sí, ayer estuve hablando con Trotuman y Kristina.
—¿Trotuman?–por algún motivo, al escuchar ese nombre, el de casco parecía extrañado y, para salir de esa situación, puso una excusa–. Ehm... ¡Uy, qué tarde! He quedado con Vegetta en su casa para unas cosas de personas maduras, no como tú. ¡Recuerda que el martes es mi boda! No quiero que Fargan se quede sin padrino, eh. Nos vemos, ¿sí? ¡Chaooo!
—¿...Adiós...?–confuso, se despidió, viendo como el otro se iba corriendo.
Alexby subió hasta la mansión de Vegetta. Este último fue a saludarlo, pero él más lo agarró con fuerza por los hombros y lo miró con la respiración agitada.
—Guillermo. Problemas–fue todo lo que dijo, más fue suficiente para que el de morado abriera los ojos como platos y se inquietase.
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Holaaa
Dije que era cap corto, y así es.
Jodeeeer, no me dejó ayer publicarlo, pero lo traigo hoy porq hoy si me deja (o eso espero. pero si lo estais leyendo entonces si) :)
Chaooo ♡♡♡

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𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 - 𝘄𝗶𝗴𝗲𝘁𝘁𝗮
FanfictionEn el fin de Karmaland, Willy se declara a Vegetta. Este, tal vez por impulso o por necesidad de tener a alguien antes de morir, le corresponde. Cuando llegan a la "cuarta dimensión de Karmaland", las cosas se vuelven extrañas para algunos, y maravi...