Capítulo V

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Aren se despertó con el sonido de la alarma. Alargó el brazo, hizo que parara y volteó su cabeza. Se encontró a su mejor amigo durmiendo a su lado. Se sonrojó rápidamente. No se acordaba de que habían dormido juntos y de repente le vinieron a la mente los recuerdos de la noche anterior. Se le quedó mirando y pensó que se veía muy adorable durmiendo. Pero lo tuvo que despertar, ya que se tenían que ir a clase.

-Shun -le llamó sacudiéndole el hombro-. Tenemos que ir al instituto.

Éste abrió los ojos lentamente y, al ver a su amigo al lado, se acordó de cómo le abrazó esa noche y enrojeció.

-Voy a ducharme ¿vale? -le dijo Aren sonriendo levemente.

-Vale... -contestó Shun recostándose.

El más alto se levantó y se fue al baño. Cuando se cerró la puerta, Shun volvió a tumbarse en la cama. Se acordó de todo lo que pasó anoche y se sentía muy avergonzado. ¿Por qué Aren había hecho eso? ¡Esas cosas no eran cosas de amigos! Intentando desvanecer esos pensamientos de su cabeza, se levantó para pillar de su armario un uniforme para él y uno para Aren. Por suerte, como su amigo se quedaba muchas veces en su casa, se había dejado uno allí.

Mientras sacaba el uniforme de su mejor amigo, éste entro por la puerta sin camiseta, solamente con una toalla alrededor de sus caderas. Shun sintió que le faltaba el aire. Al ver sus fuertes abdominales y su pecho, se le empezaron a acelerar los latidos del corazón. Tenía el pelo mojado y le caían gotas de agua por la cara y por el cuello. No llevaba las gafas y tenía una expresión distinta. Shun quiso oprimir esa fuerte atracción que sentía y salió corriendo de la habitación.

-¡Tienes ahí tu uniforme! -le gritó mientras se alejaba.

Aren se quedó allí, en mitad de la habitación, mirando la puerta por la que acababa de salir corriendo su mejor amigo.

Shun entró al baño y cerró con fuerza la puerta tras de él. Se sentó en el suelo del lavabo y se tapó la cara con las manos. "¿Se puede saber qué me pasa?" pensó algo molesto por su reciente comportamiento con su amigo. Intentó deshacerse de esos pensamientos y se metió a la ducha.

Por otra parte, Aren se había quedado en la habitación de Shun vistiéndose. No podía evitar sentirse mal por su mejor amigo. "¿Habré hecho algo que le haya molestado?" se preguntó mientras acababa de ponerse la ropa. Entonces le vino a la cabeza la noche anterior, "¿Habrá sido por eso? Yo solamente hice lo que mi cuerpo me pedía ¿En qué estaría pensando?". Esperó hasta que Shun terminara y se dijo a sí mismo que tendría que pedirle perdón más tarde.

Cuando Shun entró en la habitación, se encontró a Aren sentado en su cama, de una forma que hizo que su estómago diera un vuelco. Apartó la vista y cogió su mochila y sus libros, y, sin dirigirle la palabra a su invitado, salió de la casa detrás de él. Se sentía realmente nervioso cerca suyo después de lo que pasó la noche anterior, y pensaba que, si le ignoraba, esos nervios y esa vergüenza podrían desaparecer.

Aren estaba extrañado por el comportamiento de su amigo, y, como pensaba que estaba enfadado con él por lo que hizo cuando dormían juntos, decidió no molestarle. Así que, durante el camino al instituto, ninguno de los dos abrió la boca en ningún momento. Aunque los dos pensaban en lo mismo.

· · · 

Cuando sonó el timbre del descanso, los dos chicos se quedaron sentados en sus sitios mientras escuchaban cómo todos a su alrededor se acercaban a sus amigos.

Los dos se enteraron de que ese día por la tarde iba a haber una feria en su ciudad e iban a lanzar fuegos artificiales. Ambos pensaron en ir, pero luego cayeron en que si iban con sus amigos, se verían, y las cosas estaban muy incómodas entre ellos.

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