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No puedo creer que dentro de unas horas más tendré que dejar Australia para volver a Chile. Claro, tiene su lado bueno que es volver a ver a Lucia... si tan solo no fuese en la situación en la que voy estaría emocionado por tomar el avión cuanto antes, pero no, tengo que volver por culpa de unos sádicos juegos en los que podría estar yo en su primera edición en Chile.

Me levanto de la cama y empiezo a hacer mis flexiones de brazos antes de ir a ducharme y vestirme. Entonces, como si alguien supiese que me acabo de levantar, la televisión se enciende de la nada con las noticias que más detesto.

-Queridos ciudadanos del mundo... es un placer informarles que los primeros juegos están listos y planificados en ya casi todos los países!- exclama una voz horrorosa con un estúpido acento que todos conocemos muy bien; el acento de la ONU. -Les recordamos que las cosechas por ser el primer año serán algo especial. Como sabrán cada país tiene algunas reglas propias, aunque manteniéndose en los parámetros establecidos como comunes. Este primer año todas las personas entre 12 y 21 años entraran a la cosecha...- ya casi no puedo seguir escuchándolos "¿Porque 21?" me digo a mí mismo y es que esa es mi edad, lo que me hace un posible tributo desde este año. -...Antes de despedirme quiero recordarles a todos los potenciales tributos que están en el extranjero de su país natal que se les recomienda volar cuanto antes, ya que si son elegidos por la cosecha de su país y no se presentan serán ejecutados y reemplazados por otro tributo inmediatamente.

La televisión se apaga tan de golpe como se encendió y yo me quedo de pie con los puños apretados mirando mi reflejo enfurecido en la pantalla a oscuras. -Malditos Juegos- murmuro para mí mismo; y es que al menos una libertad nos han dejado esos desgraciados, y es la libertad a despotricar libremente contra la ONU; aunque de nada sirve quejarse ya que las cosas son como son y no se cambiaran por más que aleguemos.

Saco unos Jeans rasgados y una polera suelta blanca y me voy directo a la ducha ya que sin darme cuenta he empezado a sudar frío de pura rabia y miedo. Me meto y largo el agua que fluye al igual que mis pensamientos...

Las cosas son así. En Junio, la ONU apareció de la nada en el océano pacifico y no, no me refiero a la organización de las naciones unidas que se ubica en Europa, me refiero a una isla que apareció de la nada.

Antes de que algún país pudiese siquiera ir a investigar, esos malditos empezaron a atacar cada país con una súper tecnología sometiendo a todos los países en un tiempo record de 13 días. Sus intenciones eran claras y concisas, instalar "Los Juegos Del Hambre" en cada uno de los países del mundo. Resulta que esa nación de desalmados se obsesionó con los libros de Suzanne Collins y decidieron que todos los países iban a tener juegos para entretenerlos. Algunos países claramente se negaron y atacaron nuevamente, pero fueron derrotados casi de inmediato y obligados a firmar la peor parte del acuerdo de los juegos. Demoramos un poco en entender lo que querían, pero rápidamente los idiotas nos explicaron que no nos someterían a penurias ni nos harían esclavos o algo por el estilo, de hecho nos dejarían vivir nuestras vidas "normalmente" a cambio de que cada país celebrara una vez al año los juegos, esa era su única imposición. Luego de que todos los países aceptaran y firmaran a regañadientes un tratado que de hecho, si no se cuentan los juegos no cambia en nada el mundo, nos dejaron en paz. Desde entonces han pasado solo un par de cosas, como por ejemplo que esos idiotas se adueñaron de la sigla ONU como una manera irónica de recalcarnos que ellos nos dominan.

Y así fue... hoy, 20 de diciembre casi todos los países ya tienen aprobados sus primeros juegos según las reglas individuales que negociaron cada una de las naciones con la ONU. Los juegos acá en Australia no comienzan hasta el 5 de enero, pero yo tengo que viajar de vuelta a Chile para asistir a la cosecha que será el mismo 1 de enero. La mayoría de las reglas aún son un misterio para cada país, y lo serán hasta el primer día de las cosechas, pero ya se sabe por ejemplo que en chile, se enviara a un chico y una chica por cada región, y ya que chile tiene 15 regiones, eso significa que 30 pobres diablos lucharan a muerte para poder salir de sus juegos aunque eso signifique que primero tendrán que morir los otros 29. Pero al menos una cosa es buena de salir (en caso de que se sobreviva) y esa es que al igual que en los libros, los vencedores ganan una vida fácil hasta la muerte, llena de privilegios y honores.

-Luis... ¿te encuentras bien?- Es la voz de Monique que viene del otro lado de la puerta del baño y que me saca de mis pensamientos.

-Si- respondo, aunque es claro que miento. -Salgo en un momento.

-Ok querido... yo y Sam te esperamos a desayunar para luego...- Y deja la frase en el aire, ya que sé que para ellos es tan terrible como para mí el hecho de que me vaya de acá y probablemente no los vuelva a ver nunca más.

Tomo mi ropa y me la coloco de inmediato mientras me peino en el espejo. Al verme no puedo evitar fijarme en mis ojos verdes que dan un reflejo de diversas emociones: nostalgia, tristeza, ira, temor, preocupación. Salgo del baño y bajo las escaleras donde ya me están esperando Monique y Sam.

Ambos me adoptaron cuando tenía 12 años, aunque lamentablemente no pudieron adoptar a mi hermana pequeña y por eso ella se quedó en Chile. Los primeros meses fueron horribles, ya que recuerdo despertar con pesadillas sobre lo que le pasaría a Lucia en mi ausencia que tal vez sería para siempre, pero cada vez que despertaba de esa manera, Monique llegaba y me arropaba cantándome como recuerdo lo hacia mi madre, y minutos después llegaba Sam con una taza con chocolate caliente. Ambos eran un matrimonio de unos 40 que nunca pudo tener hijos, y debo admitir hicieron todo a su alcance para que me sintiera aceptado, y lo lograron ya que después de un año muy difícil, empecé a verlos como mi nueva familia. Pero ahora que los veo sentados en el comedor, no puedo evitar pensar que perderé una segunda familia y un nudo se me forma en la garganta.

-Te preparamos un desayuno muy abundante para que no tengas hambre en tu viaje- dice Monique con la cabeza gacha mientras intenta (aunque no lo logra) sonar feliz para que yo no me sienta peor de lo que estoy.

-Te iremos a dejar al mismo aeropuerto -Dice Sam que mira su tostada sin atreverse a mirarme a los ojos.

-Gracias- les digo con un halo de voz y luego me siento a desayunar pensando que tal vez nunca volveré a ver esta cocina.

El desayuno pasa rápido y en silencio hasta que Sam se levanta para encender el auto y yo subo para agarrar mis maletas. No puedo evitar ver mi habitación vacía y sentir una pena tremenda de dejar mi segundo hogar. Luego recuerdo que no soy el único que sufre y pienso que Monique y Sam se quedaran solos, el uno con el otro. Por lo que tomo de mi mochila una foto enmarcada que hice hace unos años donde aparecemos los tres en un parque de diversiones. Aún recuerdo esa foto, como el fotógrafo pensó que éramos una familia de verdad debido a que los 3 tenemos cabello rubio y ojos verdes, nadie le dijo que en realidad yo era adoptado así que salimos como una familia cualquiera... lagrimas salen de mis ojos sin darme cuenta por lo que tomo la foto y al ver el marco de mi puerta me encuentro a Monique, y sin decirle nada le entrego el cuadro y le doy un beso en la mejilla mientras bajo para tomar el auto que me llevara al avión de vuelta a Chile.

Antes de subir veo a mi vecina un par de años mayor que yo correr hacia mí y abrazarme. Recuerdo cuando salíamos, hasta que yo el muy idiota la engañe... honestamente pensé que me odiaba, pero al ver sus ojos descubro que quizás los rumores eran ciertos y ella nunca me dejo de amar sin importar lo hijo de puta que fui. Y es que hace un año más o menos pase por una fase de rebeldía de la que ahora me arrepiento. Me había vuelto un popular en la universidad y empecé a salir todas las noches a embriagarme y aprovechando mi físico, también aprovechaba de acostarme con la primera chica con curvas que veía. En ese año termine con ella y perdí unos meses que ahora parecen tan necesarios con Monique y Sam que de verdad me hacen sentir mal. Me suelto de su agarre y subo al auto sin hacer contacto con nadie mientras Monique sube al lado de Sam en el asiento del copiloto y partimos camino al aeropuerto.

Llegamos justo con media hora de anticipación por lo que me registro y me dirijo a abordar, no sin antes despedirme de mis padres adoptivos llamándolos por primera vez como Mamá y Papá, lo que los hace llorar a mares, y luego, antes de ponerme a llorar yo también, abordo al avión y me despido desde la ventana mientras este comienza a ascender haciendo que Monique y Sam se vuelvan pequeñas manchas y luego, nada.

Los Juegos Del Hambre I: Luis (Fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora