Los Juegos Del Hambre I: Luis (Fanfic).

XIX

No sé si estar feliz o sumamente asustado, creo que me iré por la segunda opción.

No es por ser paranoico, pero el segundo día ya casi llega a su fin y no ha sonado ningún cañonazo; de hecho el día ha estado bastante tranquilo para estar en una arena donde debes cuidarte hasta de tu sombra. Cuando despertamos, Tiffani y yo nos comimos cada uno un cupcake de los que venían en su mochila de la cornucopia y tomamos algo de agua para luego volver a ver si algo había pasado en el transcurso de la noche en el sector donde nos encontrábamos, pero no, nada había pasado; de hecho pájaros de colores cantaban alegremente y al acercarnos sigilosamente notamos que no son mutos, son pájaros comunes y corrientes; repito, algo va mal.

Volvimos a la cueva en caso de alguna sorpresa o algo pero tampoco parecía cambiada en el transcurso del tiempo que llevábamos encerrados. Aun así Tiffani se dio cuenta de unas pisadas que estaban en el lodo al lado del lago que se dirigían a la cueva y al parecer no volvían. Nos escondimos tras unos árboles esperando a que el tributo que entro saliese o algo, pero ya habían pasado casi 3 horas y nada ocurría; finalmente decidimos volver a nuestro lugar para que yo pudiese pescar mientras Tiffani me cuidaba las espaldas.

Nada paso mientras comíamos, y eso que estábamos preparados para todo con los arcos tensos. El único acontecimiento que ocurrió fue que Lucia nos envió una olla para preparar los fideos con una nota que simplemente decía.

Tengan todo a mano en todo momento. Lucia

Al final, pesque cuatro peses de buen tamaño y encendí un pequeño fuego al igual que Tiffani para cocinarlos. El primer fuego que yo hice lanzo un montón de humo, por lo que tuvimos que apagarlo y correr con las cosas crudas de vuelta al bosque a esperar un momento en caso de que algún otro tributo viniese por nosotros; pero nada paso en una hora así que volvimos y encendimos un nuevo fuego que esta vez sí resulto en ambos casos y empezamos a cocinar.

Nos dimos un festín con los fideos y los pescados y pese a que habíamos hablado sobre dejar algo para la cena, teníamos tanta hambre que ninguno dejo más que las espinas que lógicamente botamos de vuelta al rio.

El resto de la tarde llegó incluso a ser aburrido. Volvimos a ir a la cueva y notamos que quien entro no había vuelto y algunas de sus pisadas ya estaban secas. Decidimos tras una hora aburrida volver a entrar al bosque para recolectar algo, pero lamentablemente a ninguno se le daba muy bien lo de reconocer frutos por lo que al ver unas bayas rojas y no saber si comerlas o no, decidimos dejarle la alimentación al rio y a Lucia.

Ahora ya está anocheciendo y no debe faltar mucho para que aparezca el signo de la ONU con el himno de Panem y la foto de los caídos que por alguna extraña razón hoy no hubo ni uno solo. Y así me lo confirma el himno, que comenzó y termino sin ninguna cara en el cielo por más que lo miraba hasta que desapareció por completo.

-También te parece extraño no –comento Tiffani que también veía desvanecerse el sello de la ONU para ser remplazado por el firmamento.

-Nadie murió hoy –digo y ella asiente- Me preocupa, si la gente ve que los juegos van demasiado aburridos harán algo para animarlos...

-Lo mismo estaba pensando yo –dice Tiffani quien empieza a escalar nuestro árbol para pasar en la misma rama de ayer la noche.

-Es demasiado raro que no hubiese muerto nadie habiendo 3 profesionales sumamente letales que mataron entre ellos a 13 personas en el baño de sangre. Eso sin contar que no han enviado a ningún muto o algún "desastre natural" para acabar con alguien.

Tiffani se queda pensativa una vez llegamos a la rama y me dirige sus ojos azules directo a los míos, y en ellos veo preocupación, pero también veo que quiere lanzarse a mí y besarme como lo solía hacer, pero no debemos tentar a la suerte y todas las muestras de afecto que tengamos deben ser mínimas y casi imperceptibles ya que como dijo Lucia en su nota de ayer no debemos exagerar.