Mi corazón dejo de latir. Estoy con nuestros recuerdos, con nuestros momentos, recordando, intentando saborear una vez más tus besos, rogándole a mi memoria que nunca pierda ni un sólo detalle de ti.
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Kenna cayó bastante fuerte contra el pavimento, Armin corrió a auxiliarla porque ese golpe en la cabeza se escuchó bastante fuerte. Los desmayos de kenna cada vez se hacian más constantes e incluso tardaba más en despertar
— ¡Por dios! Kenna abre los ojos – Armin toma a la chica por la cintura intentando levantarla, lo hizo con mucho cuidado. Abrió lo más rápido que pudo la puerta del copiloto, al sentarla le puso el cinturón de seguridad y cerró la puerta, después de eso el se subió y manejo hasta el hospital –
Al llegar al hospital algunas enfermeras se acercaron para auxiliar a kenna quien aun se encontraba inconsciente, la ingresaron a una habitación donde Armin se quedó sentado sobre una silla a lado de la camilla esperando a que la ojigris despertará
Habrán pasado unos veinte minutos para que la pelinegra por fin se despertará, de inmediato frunció su mirada al notar que nuevamente estaba en el hospital, se sentó de golpe en la camilla quitándose aquellas agujas que estaban en su piel, baja la manga de su vestido y no tardo mucho tiempo en ponerse sus botas largas
Se levantó de la cama y camino fuera de la habitación, Armin tenía una cara de confusión ¿Porque había reaccionado así? De inmediato el rubio corrió detrás de kenna para detener su caminata, la pelinegra lo observó de reojo sin siquiera decirle nada
— ¿A dónde rayos vas? – preguntá confundido – Los doctores no te han dado un diagnóstico, no te puedes ir así como si nada
— ¿Y eso a ti que? – y vamos nuevamente a esos cambios drásticos de humor en ella– al que le van a dar el diagnóstico es a mi y no a ti
Y sin más ella siguió caminando evitando a toda costa hablar con los doctores, ella ya sabía que es lo que tenía pero no quería decirle nada a Armin sobre su enfermedad ni mucho menos que en cuálquier momento ella iba a morir, ya se había encariñado de Armin por eso sus cambios extremos de su humor, en cierta parte quería alejar al chico de ella pero su corazón le impedía una cosa y esa cosa era alejarse de él
— Kenna por favor, da la vuelta y pide el diagnóstico. Te diste un golpe muy fuerte en la cabeza
— Estoy bien Arlert, solo es cansancio no es nada grave – Respondió firme ante la petición del contrario–
— No te puedes autodiagnósticar Kenna, no te cuesta nada ir a preguntarle algún doctor
—¡Por dios, Armin! – Armin abrió los ojos al notar la seriedad en la voz de la contraria, casi nunca lo llamaba por su nombre y cuando lo hacía era porque estaba enojada – Tal vez tu provocaste mi desmayo
— ¿Yo? ¿Porqué? – abre los ojos sorprendido–
— Tu me besaste – respondió la pregunta, sonríe de lado cambiando nuevamente su humor–
Armin de inmediato se puso de un color rojo ¿No se supone que los que se desmayan olvidan las cosas que pasaron después de desmayarse? Armin se giró rápidamente y camino a paso rápido intentando ocultar su vergüenza
