Mi corazón dejo de latir. Estoy con nuestros recuerdos, con nuestros momentos, recordando, intentando saborear una vez más tus besos, rogándole a mi memoria que nunca pierda ni un sólo detalle de ti.
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Después de dos días tras aquel incidente en el hospital, Armin ya no vio a kenna por la universidad ¿Que abra pasado con ella? ¿Se abría molestado por el beso de esa noche? Muchas preguntas se le venían a la cabeza, sobrepensaba mucho cosa que había dejado atrás
Buscó por todos lados incluyendo el estacionamiento, el carro de la pelinegra estaba y lo reconocía porque era un prestigioso volvo S60 y porque estaba mal estacionado como era de costumbre
Camino y camino hasta que por fin encontró a la pelinegra, estaba en las gradas en las canchas de fútbol, traía puesto un lindo conjunto en color rosa, una camisa de botones de manga larga con una falda que le llegaba un poco más arriba de los tobillos, era una falda muy larga y su cabello lo tenía atado en una pinza para el cabello
Estaba fumando como de costumbre, estaba sentada con sus piernas cruzadas observando a los de fútbol entrenar, su cigarro ya estaba desgastandose, ella saco otro y lo encendió
— ¿No deberías estar en clase? – Preguntó algo curioso ante la respuesta de la contraria, ella giro su rostro para darle una calada a su cigarro –
— Si, pero me han expulsado de la única clase a la que iba – dijo mientras tiraba aquel cigarro al suelo para después expulsar el aire del tabaco –
— ¿Porqué? – pestañea varias veces ante la sorpresa de su confesión – ¿Que hiciste?
— Pues.. le jale el cabello a la maestra – la contraria se levanta y camina para postrarse en frente del rubio – esa maestra es conocida por acosar a los alumnos, fue en defensa propia
— ¿Porqué le jalaste el cabello? – pregunta algo nervioso por la cercanía de la chica mientras que ella se cruza de brazos–
— Bueno... La maestra estaba jalandole el cabello a uno de mis compañeros – saca una cajetilla y nuevamente se lleva otro cigarro a la boca, para después encenderlo y expulsar el humo – mi compañero solto un quejido de dolor, la maestra lo reprendió por el quejido. Me gusta hacerme la misteriosa pero no tolero este tipo de situaciones
— ¿Después que pasó?
— me levanté de mi asiento, camine hacia la maestra y le jale el cabello – dijo sin culpa alguna, incluso puede verse una pequeña sonrisa por parte de la chica– ella obviamente gritó
— ¡Oh dios! Kenna no puedes hacer eso, le estás faltando el respeto a una maestra – la señala con su dedo índice mientras alza la voz, dándole así un regaño por su parte la pelinegra suelta un quejido mientras se acerca para jalarle el cabello tal y como lo hizo con aquella maestra cosa que Armin le provoca un pequeño chillido de dolor– ¡Kenna suéltame, me duele!
— ya vez, tu también te quejaste ¿Quien no se quejaría por qué le jalan el cabello? – dijo con ironía mientras soltaba la cabellera rubia de Armin – detesto a la gente que se cree superior a los demás solo por el simple hecho de que tengan más poder que otros
