Pasante

30 5 0
                                    

Sus cosas dentro de aquella caja de cartón y una mirada triste de sus compañeros, Choi Seungcheol, tendría que dejar la oficina de "Celebridades" por un mes. Lee Chan podría decirse que estaba llorando de lo rojos y cristalinos que se encontraban sus ojos, se enterneció. ¿Qué les pasaba a todos? Ni siquiera fue alguien divertido o interesante en la oficina como para que lo extrañen. Mas bien, se la pasaba amargado y usando trajes demasiado formales.

— ¿Sólo será un mes, hyung? — Dijo Vernon un poco tímido.

— Sí, muchachos, no es mucho tiempo. — Sus labios estaban a punto de temblar. La culpa lo invadía.

— Prométenos que en la pasantía no harás mejores amigos que nosotros. — Intentó bromear Jaerin. 

— Lo prometo. — Guiñó él.

Y con esa pequeña broma con un gusto amargo, salió de su oficina para dirigirse a la de Boo Seungkwan. "¿Debería realmente ir a la iglesia?" Se preguntaba después de mentirle a todos sobre su supuesta "pasantía" en una sede nueva de la compañía. En realidad, el hecho de que "volvería" dentro de un mes podría ni siquiera cumplirse, Boo Seungkwan, lo dejó muy claro.

— Si logras hacer bien este trabajo, puedes olvidarte de regresar a la oficina y trabajarás inmediatamente para la "Society Poets Company". ¿No es eso lo que querías? —

Sí, eso era lo que quería.

Luego de haber hablado con Sakura se quedó más pensativo y melancólico que lo normal. Su mente se quedaba divagando incluso cuando Lee Chan hacía un berrinche o cuando Jaerin lo invitaba a almorzar, simplemente se movía, pero su mente no lograba conectar. Es que, realmente no había muchas opciones para él - o no de las que él creía poder hacer- si no aceptaba aquella estúpida suplantación. Y con una semana y media pensándolo, concluyó que era la única forma que existía para lograr lo que deseaba.

"Podrás entrar a una revista respetable, Seungcheol, sólo... tomará tiempo."

Con un leve toque a la puerta, esperó la respuesta del castaño, y al escucharlo, caminó adentro y se sentó. ¿Sonaría ficcionario si comparaba esa situación con "El Abogado del diablo"? La habitación parecía ser más grande que de costumbre y aún así sentía asfixiarse, se aflojó la corbata como acto seguido.

— Choi... Sólo, consigue esa primicia. — Era tonto creer que por el tono de voz y las cejas inclinadas de Seungkwan. ¿Por qué era miserable la idea de que sientan "pena" por él?  

— Lo haré, no lo dudes. — Respondió firme y frío.

— Lee esto y mañana por la mañana te encontrarás con Yoon Jeonghan. Si tienes alguna duda, llámame o envíame algún mensaje, y si no contesto, habla con The 8. — 

El pelinegro no sabía qué más decir.

— Sé que no lo entenderías, pero - hasta el momento- eres la única persona de ese departamento en la que puedo confiar. ¿No le has dicho a nadie sobre esto, verdad? — Siguió Boo.

— No, solo yo lo sé. —

— Bien. Buena suerte, Seungcheol. — Le extendió la mano.

¿Por qué todos parecían melancólicos el día de hoy?

Estrechó la mano ofrecida y con una sonrisa a medias, salió de la oficina. 

Cuando salió del edificio, miró sus cosas en la caja, sus ojos estaban fijos en aquellas papas fritas que Vernon le regaló en la mañana y el jugo de naranja que Chan dejó. ¿Debería sentir catarsis, no? Él odiaba la prensa rosa, las celebridades, el amarillismo y el mundo mediático ;y sin embargo, estaba allí, con los pies inmóviles mientras miraba aquellas papas llenas de grasa y carbohidrato. No fue un mes si quiera que trabajó allí, ya que, se dice que las rutinas se forman cuando se repiten por veintiún días... aún así, sentía que debía regresar a la oficina y terminar de escribir los "Q&A" de la próxima semana. Rio para sí mismo.

— "Q&A", ni siquiera sabía lo que significaba... — Era irónico.

Seventeenagers no era su empresa soñada, ni siquiera, una firma que le beneficiara como escritor... pero trabajó y aprendió cosas que pensaba que eran ridículas.

Una gota de lluvia cayó sobre su nariz y con ello muchas otras más, que no tuvo de otra que moverse para tomar un taxi.

................................................................................................................................................................

Ya eran las dos de la madrugada, debería de estar teniendo su tercer sueño, no obstante, giraba de un lado al otro de la cama porque no podía pegar ningún ojo. Ese día debía de alistarse a las 5:30 am para llegar puntual a su primer día de "empleo" como guardaespaldas. A las 6:00 am llegaría el manager , The 8, y lo recogería para llevarlo a conocer a Yoon. ¿Con qué cara se supone que iba a llegar si no era más que culpa? Ah. Y agregando detalles "jugosos" a la historia, ni siquiera, iba usar su propio nombre.

"Hola, soy Choi Taeyong, espero trabajar a gusto con usted."

TAEYONG.

¿Cómo se le ocurría a Boo Seungkwan encubrirlo con un nombre tan... tan extraño? No pegaba con su apariencia de viejo geriátrico. Además, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Seguir al actor sin descuidarse un solo momento? No entendía. Por más que el castaño le dio las pautas escritas en una carpeta, no lograba comprender por completo el concepto.

Dio vuelta al lado izquierdo de la cama.

¿Y si la consciencia le ganaba y le decía a Yoon que lo había visto besándose con un hombre? ¿Qué para colmo él fue quién les tomó la foto? Pieza a pieza, se formaba un tablero más y más grande, no podía comprender la dimensión, ya que, a cada paso que daba parecía estar más lejos de completarlo.

Sus manos se balancearon en el aire.

— Solo un mes, Seungcheol, un mes y te liberas de todo. — Susurró.

Cerrando sus ojos, repitió su matra de su nuevo empleo: "Soy Choi Taeyong, tengo 27 años y he estudiado como policía". Vaya mentira. Se compadecía del actor, pero al menos, su orientación sexual no sería expuesta. ¿Eso era bueno, no?

................................................................................................................................................................



Foto con flash (Jihan/Jeongcheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora