No iba a mentir que estaba empapado de nervios con un toque de sudor. Después de levantarse más tarde de lo esperado, tuvo que correr sin poder desayunar hacia donde estaba The 8. Saludó, presentó sus documentos y trató de lucir cuerdo y saludable porque -al final- terminó yéndose hacia los brazos de Morfeo alrededor de las 4 am.
Volvió a mirar su reloj de mano: 7 am. Mierda. Apenas pudo descansar por dos horas.
Frotó sus ojos por quinta vez.
Ya era el momento en que conocería a Yoon Jeonghan, ni siquiera, tuvo el tiempo para bostezar o relajarse porque sin esperar un minuto más o menos, escuchó pasos en el vestíbulo. Su posición se volvió recta - casi rígida- al instante.
— Buenos días. — Sonó fuerte y claro cuando la puerta de la oficina se abrió.
Levantándose rápidamente , dio una pequeña reverencia y saludó en respuesta.
— Buenos días. —
No podía negarlo, apenas podía sostenerle la mirada sin esfuerzo, por más tonto que fuera, creía que si Yoon lo miraba por más segundos de lo debido, lo reconocería y todo se iría a la basura.
— Tome asiento, señor Taeyong. — Escuchó decir al manager.
Los tres se sentaron en el escritorio. Era casi como un juicio final: Yoon Jeonghan y el manager en frente, una mesa roja y un bolígrafo reposando un papel.
— Disculpe que desde el primer día lo citemos a trabajar temprano, pero tenemos prisa con acomodar el horario para la filmación de un drama, no podemos desperdiciar más tiempo. —
The 8, el manager, tenía el cabello negro azabache, incluso pareciese que de lo negro que era no se iluminaría ante el sol ;sin embargo, un poco oculto y discreto, se encontraban pequeños mechones rojos que lo hacían lucir menos amenazante.
— Sé que para usted, debe ser algo nuevo incorporarse al mundo del entretenimiento, aún así, no debe preocuparse. Puede preguntarme a mí o a Jeonghan cualquier cosa, ya sea, los horarios, direcciones, permisos, protocolos o lo que sea. No dude en ser comunicativo. Por el momento, deseamos que se reincorpore a nuestro equipo de la manera más eficaz posible para evitar mal entendidos... —
Seungcheol, miraba a todas direcciones, desde la lámpara de lava del fondo hasta las plantas de la esquina, miraba todo, menos al mismo actor. No es como si quisiera ser obvio, no obstante, creía que era suficiente con sólo haberlo visto en la puerta, con una camisa blanca y jeans sueltos. Esperó un look más excéntrico -siendo honesto- por tratarse de una celebridad, pero no estaba en desacuerdo, porque sabía que hasta la ropa que llevaba puesta de manera espontanea estaba milimétricamente decidida por un equipo de personas. ¿Escalofríos o solo ignorarlo?
Regresó su vista hacia la lámpara de lava, aunque tuviera bien en mente que estaba siendo analizado por la persona que tanto evitaba. No lo decía por ser alguien engreído, ni él mismo quería ser visto, sino, que desde el primer momento que cruzaron miradas para un saludo, este lo seguía.
"Eres Choi Taeyong, no Seungcheol el reportero." Enfatizó.
— Por el día de hoy se hará la lectura del guion y una sesión fotográfica, los almuerzos se darán en los lugares que le envié por correo, las llaves del carro se las entregaran en la cochera. Procure que si alguna admiradora se acerca, busque la manera de persuadir y evitar contacto. Incluso los saludos inocentes pueden terminar de manera... desagradable. — El manager retuvo su discurso por segundos, segundos que Seungcheol notó al instante. Podía adivinar lo que pensaba o recordaba: "Acoso". — Así que esperamos trabajar a gusto con usted, Taeyong. —
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Foto con flash (Jihan/Jeongcheol)
FanfictionHabía caído a los más bajo de su carrera, ahora formaba parte de un artículo de adolescentes sobre cotilleos y falsos rumores de celebridades. Todos dirían que su "prestigio" acabaría con eso, pero no. Su única oportunidad de salir de aquel mundo...