Yo soy la asesina

Capítulo 5- La preciosa rosa

Soltamos nuestras manos y llega Anne con la pelota, se me hace raro ver a una niña tan adorable con una pelota de fútbol.

–¡Ya tengo la pelota! Pero no quiero jugar más. –tira la pelota a un cubo en el que hay más pelotas. Una ardilla se asusta y sale de su escondite. – ¿Qué es eso?– ¿enserio nunca ha visto una ardilla?

–Una ardilla.

–¡Quiero cogerla! ¡Quiero que sea mi mascota!–sale corriendo a por la ardilla, Jayden se sienta en el suelo y yo me siento a su lado.

–¿Por qué dices que no me vas a echar de menos?

–Porque no te voy a echar de menos.

–Ya, claro. –bufo y él se ríe, sonrió un poco, últimamente sonrió más. –Oye Alice, ¿Puedo hacerte una pregunta?

–Claro, dime.

–¿Por qué me llamas por mi apellido? –es verdad, no le he llamado Jayden todavía, ahora ya no pienso en él como Bennett, pero sigo llamándole así. Me encojo de hombros.

–Costumbre.

–¿Quieres decir que hablas de mi a mis espaldas?–rio nerviosa, si he hablado de él a sus espaldas, y no he dicho cosas precisamente bonitas.

–Puede que te haya llamado imbécil... y más cosas...

– ¿Qué cosas?–se lo voy a decir, si se jode la poca amistad que tenemos no pasara nada malo, solo que cuando vea a Anne será incómodo... bah, da igual.

–Imbécil, mimado, puto, asqueroso de mierda, malnacido, pervertido, mujeriego... ¿Sigo? –ahora que he dicho eso de mujeriego me estoy imaginando a Jayden... dios.

–Hasta ahora no he oído nada nuevo. –pongo cara de asco, sigo imaginandomelo. –¿Qué?

–Lo has confirmado todo...

–No he confirmado nada, solo he dicho que ya lo he oído antes.

–Calla–cierro los ojos con fuerza–. Me va a explotar la cabeza, me estoy imaginando a ti, eugh...

–No te lo imagines y ya.

–Bennett... sálvame de este asco.

Como respuesta Anne viene abrazando una ardilla, la imagen es adorable, pero sigo con la imagen tan horrible

–Mira Ali. –acaricio la ardilla intentando olvidarlo, nada.

–Sigo igual...

– ¿Igual de qué?

–He dicho algo... y me lo estoy imaginando... y no es bonito... Be... Jayden, ¡Haz algo! Es tu culpa.

– ¿Y qué quieres que haga? ¿Magia? –antes de que pueda decir algo Anne me interrumpe.

– ¡Si! ¡Haz magia!– Jayden me mira.

–Vale, si, lo que sea, pero rápido –Jayden sonríe y saca una rosa de detrás de mi oreja, alucino un poco, ¿Cómo lo ha hecho? ¿Ha llevado la rosa en la manga desde antes de que llegara?–. ¿Cómo has hecho eso que no funciona?–se ríe un poco.

–Quédatela.

–Vale...

– ¡Haz otro truco!

–Anne espera.

– ¡No! –le hago un gesto para que haga el truco y así deje de dar la lata, le pone la mano sobre la nariz, Anne estornuda y caen monedas, las coge y se va a guardarlas.

–Bennett no funciona... es cada vez más horrible...

– ¿Y esto?–me da un pico y yo abro los ojos como platos, no me lo esperaba, se separa como si no hubiese hecho nada.