Capítulo 11

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Estaba de nuevo en la sala de estar de Jeon Jungkook, el fuego en la chimenea, el vino, los dos sentados en el suelo, y todo lo que experimentara el día anterior con aquel ejecutivo inglés no pasaba de ser un sueño o una pesadilla, dependiendo del estado de su espíritu. Ahora volvía a buscar su razón de vivir, o mejor dicho, la entrega más loca posible, aquella en que la persona ofrece su corazón y no pide nada a cambio.

Había crecido mucho mientras esperaba este momento. Había descubierto, finalmente, que el amor real no tenía nada que ver con lo que imaginaba, o sea, una cadena de acontecimientos provocados por la energía amorosa: enamoramiento, compromiso, casamiento, hijos, espera , cocina, parque de diversiones los domingos, más espera, vejez juntos, la espera acabo y en su lugar vino la jubilación del marido, las enfermedades, la sensación de que ya es muy tarde para vivir juntos lo que habían soñado.
Miro al hombre a quien había decidido entregarse, y a quien decidiera jamás contar lo que sentía, porque lo que sentía ahora estaba lejos de cualquier forma, incluso física. El parecía más a sus anchas, cómo su estuviera comenzado un periodo interesante de su existencia. Estaba sonriendo, contaba historias de su reciente viaje a Munich para encontrarse con un importante director de museo.

_Me preguntó si la pintura sobre las caras de Geneve estaba lista. Le dije que había encontrado una de las principales personas a las que me gustaría pintar. Un hombre lleno de luz. Pero no quiero hablar de mi, quiero abrazarte. Te deseo.

Deseo. ¿Deseo? ¡Deseo! !ese era el punto de la partida para esa noche, porque era algo que él conocía muy bien!
Por ejemplo, el deseo se despierta no entregando de inmediato su objetivo.
-Deseáme, entonces. Estamos haciendo eso, en este momento.
Estas a menos de un metro de mi, fuiste a un club nocturno, pagaste por mis servicios, sabes que tienes derecho a tocarme. Pero no te atreves. Mírame. Mírame y piensa que tal vez yo no quiera que me mires. Imagina que estás escondido debajo de mi ropa.

Siempre usaba ropa negra para trabajar, y no entendía porque las otras chicas del Copacabana intentaban ser provocativas con sus escotes y colores agresivos. Para él, excitar a un hombre era vestirse como cualquier hombre que él puede encontrar en la oficina, en el tren o en la casa de una amiga de su mujer.
Jungkook lo miró, jimin sintió que él lo desnudaba, y le gustó ser deseado de esa manera, sin contacto, cómo en un restaurante o en la fila del cine.
-Estamos en una estación - continuo jimin-. Estoy esperando el tren contigo, tu no me conoces. Pero mis ojos se cruzan con los tuyos, por casualidad, y no se desvían. Tu no sabes lo que estoy tratando de decir, porque aunque seas un hombre inteligente, capaz de ver la "luz" de las personas, no eres lo bastante sensible para ver lo que esa luz está iluminando.
Había aprendido el "teatro". Quiso olvidar el rostro del ejecutivo inglés, pero él estaba ahí, guiando su imaginación.
-Mis ojos están fijos en los tuyos, y puedo estar preguntándome a mi mismo: "¿Lo conozco de algún lugar?" O puedo estar distraído. O puedo tener miedo de ser antipático, tal vez tú me conozcas; te voy a dar el beneficio de la duda por algunos segundos, hasta concluir que es un hecho, o un mal entendido.
"Pero también puedo estar queriendo la cosa más simple del mundo: encontrar un hombre. Puedo estar intentando huir de un amor que me hizo sufrir. Puedo estar buscando vengarme de una traición que acaba de suceder, y decido ir a la estación de trenes en busca de un desconocido. Puedo desear ser tu prostituto solo por una noche, solo para hacer algo diferente a mi vida aburrida. Puedo, incluso, ser un prostituto de verdad, que está ahí para conseguir trabajo."

Un rápido silencio: jimin se había distraído de repente. Hania vuelto a aquel hotel, a la "humillación"- "amarillo", "rojo", dolor y mucho placer. Aquello habia perturbado su alma de una manera que no le gustaba.
Jungkook lo noto y procuro traerlo de nuevo a la estación de tren:
-En este encuentro, ¿Tu también me deseas?
-No lo sé. No nos hablamos, tu no sabes.

~°Once Minutos°~ Kookmin*°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora