Ya no mas tu caballero

Sin arrepentimientos

 -Ya no puedo regresar a Hibralt - Luz suspiro con su mirada fija en el anillo, era un simple anillo de hueso tallado, pero representaba el lazo que tenía con su ahora esposo, esa era su vida ahora, como la esposa de un líder tribal y ya no mas como el caballero de . . . ~Amity~ el nombre escapo de sus labios " Realmente te extraño" Ya habían pasado dos semanas desde el duelo, ella había perdido y ahora era la prisionera de los barbaros pero seguía extrañando su hogar.

Ella volvió a suspirar, la sensación de nostalgia la golpeo por un momento al recordar a su amada, su mirada se apartó del anillo y encaro la visión del hombre a su lado ~Hunter Whittebane ~ el nombre de su esposo salió de ella mientras admiraba el físico de quien era su ¿Amado? ¿Él lo era? bueno estaba lejos de ser desagradable para sus ojos - Simplemente ¿Cómo termine con alguien así? - se cuestionaba la chica entre otras cosas, distraída no noto cuando los ojos carmesís del bárbaro se abrieron y terminaron por cruzarse con los suyos.

- ¿Sucede algo Luz? - El hombre se sentó a su lado, sonriéndole y mostrando la ausencia de uno de sus dientes, el cual había perdido durante su batalla a puño limpio - Si tienes un problema, no dudes en decírmelo estoy aquí para ayudarte en todo lo que pueda.

"¿Porque eres así? ¿Por qué no me dejas odiarte?" Luz apretaba los dientes ante la actitud que el tenía hacia ella. Hunter desde el primer que había estado junto había hecho de todo para estar siempre estar atento a ella, la dejaba comer la pieza más grande de su caza, practicaba duelos con ella, inclusive se había disculpado con ella por lo de su primera noche.

- Solo necesito un poco de aire fresco, no te preocupes Hunter - Ella contesto devolviéndole la sonrisa y caminando fuera de la tienda, le estaba mintiendo pero una parte de ella no quería preocupar a este bobo, su bobo.

Luz sentía escalofríos de llamarlo así, pero al final de cuentas lo era, ese bobo era su esposo - Es demasiado temprano para beber y ya estoy deseando una. . .

- Una copa Noceda - la voz burlona de una mujer se escuchó a sus espaldas, Luz no necesito mirar para saber quién estaba detrás de ella - Ho vamos Noceda, hoy es un día cálido y nada cae mejor que una copa helada de vino de frutas.

- No gracias Bosha, mis principios no me permiten perder los estribos - Luz negó el ofrecimiento, pero ya podía saborear el dulce néctar que la mujer le estaba ofreciendo. - Pero gracias por el ofrecimiento, tal vez venga más tarde por esa copa - Luz le sonrió y se alejó de ella tan rápido como pudo.

Esa mujer era Bosha princesa del reino mercante de Corintia y una fuerte candidata a disputar el cargo de gobernante supremo, el reino de Corintia había sido en el pasado un gran aliado de Hibralt cuando el rey Alador aun gobernaba sobre Hibralt, pero cuando el desapareció durante una cruzada los lazos que ambos reinos tenían comenzaron a deteriorarse poco a poco hasta que un día Corintia corto los lazos con Hibralt.

Luz no la había visto en años pero la recordaba de un baile que se había hecho durante un congreso de paz entre los múltiples reinos que había en el continente. Luz recordaba a Bosha como una niña malcriada que usaba su poder para doblegar a otros a su voluntad pero que corría ante la autoridad y poder de los reinos más fuertes del continente.

Inclusive podía recordar claramente un incidente con mucho detalle sobre Bosha.

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Había sido durante la cumbre de paz que se realizaba cada tres años entre los múltiples reinos, nobles de todos lugares se congregaban junto a sus monarcas para celebrar la ilusión de paz que daba esta fiesta y formar lazos con la nobleza de otros reinos.

A través de alianzas comerciales y matrimonios arreglados los invitados buscaban fortalecer su estatus frente a los nobles, pero no todo era paz y sonrisas falsas, pero no muy lejos de ahí alguien mostraba su verdadera personalidad a un niño molesto que habían sido encerrado en el balcón del castillo durante una noche realmente fría por ella un demonio peligrosa que vestía la piel de una niña - ¿Que sucede? ya no eres tan rudo principito.