Ya no mas tu caballero

Fuego en el horizonte.

 - Dime Luz Noceda, sabes el por qué he venido hoy - Odalia le inquirió a la chica sentada al otro lado de mesa junto a su esposo quien se encontraba junto a ella como un apoyo moral hacia ella. - Estas al tanto sobre mi mala relación con la reina arpía así que estoy segura puedes imaginar lo difícil que es para mí estar hoy aquí.

La reina de Hibralt siguió hablando, pero Luz no podía reunir mucho valor para responderle en ese momento, hasta que Odalia dijo algo que la tomó por sorpresa en ese momento. - Lo siento princesa Noceda - suspiro la mujer con un tono que reflejaba un agotamiento físico y mental. - El incidente de la gala fue causado por mi hija que se encontraba bajo la supervisión de mis guardias, me hare responsable de esto, su error fue mi error como su madre por favor permítanme encargarme de esto.

La reina de Hibralt intento arrodillarse frente a la pareja, pero Luz la detuvo antes de que sus rodillas tocaran el suelo - ¡Odalia! detente - la chica exclamo, tomándola de los hombros para que tocara el suelo - Sé que Amity actuó mal, pero esto no es solo tu responsabilidad - Luz suspiro - También es la mía, Amity creyó que yo morí ese día pero yo lo arruine mandándole una carta que decía que se olvidara.

- Eres una tonta niña - Gruña la reina sentándose de nuevo- Tienes un corazón demasiado gentil con tus seres queridos Noceda, Camila debe estar sonriéndote desde la tumba.

-Ohm disculpe reina de Hibralt - Hunter intento decir algo.

-Solo dime Odalia, niño, no estoy de humor para formalidades - la mujer mayor interrumpió al chico, sacando una pequeña cajetilla de su bolsa - Les importa si fumo un poco.

-No no, adelante Odalia - Hunter respondió antes de volver a su pregunta - Odalia tenía una pregunta ¿Cómo era la mama de Luz? - pregunto el, Odalia tomo una gran aspiración de su cigarro quemando una gran parte de el antes de soltar una enorme bocanada de humo verde azulado.

-¿Hablas de Camila? - Pregunto volviendo a aspirar con fuerza dejando salir una nube más pequeña que antes - Fue un gran caballero al igual que su hija aquí presente, siempre la primera en partir al campo de batalla y la ultima en volver. Amada por muchos, gracias a su alma caritativa que sirvió como un puente a los demás reinos.

-Suena como una gran persona, me hubiera encantando conocerla - Comento Hunter pero Odalia dejo salir una risa amarga que alerto al chico por alguna razón.

- Y lo fue hasta que ese momento paso y las cosas cambiaron para Camila - Odalia suspiro, apagando su cigarro contra la mesa - Fue un día lluvioso como el inicio de una historia de terror, era un grupo de bandidos que habían estado asolando las zonas fronterizas por un tiempo, algo rutinario - Enfatizo la reina - Nada con lo que unos reclutas frescos de la academia no pudieran lidiar, parecía un ejercicio de rutina en todo sentido - dejo salir un suspiro- Pero entonces la lluvia comenzó y los caminos se volvieron difíciles de cruzar para el ejército.

- Y las tropas llegaron demasiado tarde para detenerlos, el pueblo que habían sido mandados a proteger se encontraba en cenizas y todos sus habitantes muertos en las calles del lugar - Luz complemento la información - Incluido mi padre que había sido despachado para tratar con una epidemia que se había asentado en la zona - el pulso de la chica la hizo temblar con una rabia fría - Mi mama no se tomó muy bien esto y por primera vez dejo de lado el código del caballero.

- En resumidas cuentas no tomo prisioneros ese día - Señalo Odalia - No puedo juzgarla realmente, probablemente yo hubiera hecho lo mismo si mi ser amado hubiera sido asesinado a sangre fría por unos parásitos como ellos - la mujer escupió al suelo para resaltar su punto.

- Y tras todo eso se volvió más fría, efectiva en su labor como soldado de Hibralt, pero cerro su corazón a todo el mundo, inclusive a su hija. Por mucho tiempo dejo que la memoria de su esposo la motivara a seguir luchando para que otros no sufrieran lo mismo por lo que ella había pasado y así fue su vida por un par de años. Luz quedo al cuidado de la guardia y algunos sirvientes que trabajaban para bajo mi mando.