Presente

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-Luego de que la policía me arrestara me dejó en la correccional un tiempo, luego fue mi juzgado y después de tantas personas no han logrado conseguir una confesión bien hecha, claro que por lo visto tú cambias las cosas.

El chico se veía sorprendido, pero en ningún momento mostró desinterés. Cualquiera me hubiera prestado toda la atención del mundo con tal de que les dieran su dinero, pero él no tenía ninguna recompensa y, aun así, me puso atención.

Dylan

-Wow

- ¿Qué?

-Nada, es solo que, no esperaba una historia tan buena.

Ella rió un poco.

- ¿Recuerdas lo que dije sobre el ojo?

-Por supuesto.

Ella empezó a hacer unos movimientos raros y de pronto la camisa de fuerza cayó al suelo. Su mano se extendió y dejó aquel llavero que había mencionado.

De pronto una voz se escuchó en la habitación, creo que era el policía Smith.

-Señor Dylan, le ordeno que salga de la habitación ahora.

Iba a decir algo, pero Angelique se me adelantó.

-Oh vamos oficial, relájese, no le voy a hacer nada –Me miró –al menos todavía no.

Eso hizo que me estremeciera, pero logré disimularlo.

-Tu llavero es lindo.

Su mirada cambió.

-Gracias –Susurró.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Claro, pero solo si tú me dejas hacerte una después.

-De acuerdo. Lo que yo quiero saber es si tu cabello siempre fue así.

Ella pareció tener unos feos recuerdos, pues de pronto su mirada se perdió y su respiración se aceleró ligeramente.

- ¿Estás bien?

Reaccionó.

- ¿Qué? Sí, sí, claro, es solo que...mi cabello se empezó a tornar blanco después de unos días de que Val se alejó de mí, por lo visto la necesitaba más de lo que creía.

-Eso puedo notarlo.

Hubo un ligero silencio.

-Bueno, creo que ahora puedes hacer tu pregunta.

Ella lo pensó un momento, se acercó y soltó la pregunta.

-Si te dijera que quiero que estés conmigo el resto de mi vida, ¿Aceptarías?

Iba a contestar, pero en ese momento 3 policías con armas abrieron la puerta de un golpe y empezaron a gritar. Pensé que iban a dispararle, pero ella reaccionó antes que ellos; sus movimientos fueron tan veloces que apenas pude reaccionar.

Ella golpeó a todos y de una sola patada logró quitarle el arma a uno de ellos, con la cual les disparó a todos, manchando de sangre todo el lugar. Una sirena empezó a sonar y ella me volteó a ver con una gran sonrisa.

-Lo siento querido, creo que me tendrás que contestar cuando te busque, pero me temo que eso tendrá que esperar hasta que me logre deshacer de ellos.

Se escucharon gritos y que más gente venía. Angelique miró la dirección de donde venía el ruido; rápidamente se me acercó y me robó un beso.

-Sabes, la diferencia entre tú y Val, es que sé que tú no me fallarías.

De pronto desapareció y más gente empezó a llegar diciendo que tenían que buscarla por toda el área.

No sé quién está más loco, ella que mataría para conservar a alguien o yo que aceptaría su propuesta con todo el gusto del mundo.

FIN

:)

Psicología asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora