My Last Love ✰ Wanda Maximoff | +18

3. | Ropa, zapatos y ¿lápidas? |

—— ¡Esto es realmente hermoso! — Wanda veía el puente de las cadenas mientras el auto pasaba por el —

—— Te dije que esto te gustaría — Max le sonrió y siguió conduciendo, se detuvo en un estacionamiento y salió deprisa para abrirle la puerta a Wanda

—— Oh, gracias — sonrió y Max le ayudó a salir del auto

—— De nada — cerró la puerta y caminaron hacia al centro para poder hacer sus compras

Entraron a una tienda donde dos chicas atendían el lugar y sonrieron al verlos.

—— Bienvenidos, ¿en que podemos ayudarle? — Max sonrió y vio a Wanda quien jugaba con sus manos

—— Mi amiga necesita un guardarropa nuevo y necesitamos ayuda — la chica asintió llevando a Wanda a la sección de ropa y Max la siguió

Ropa, zapatos y bolsos era lo que Wanda veía asombrada, no podía estar más sorprendida pues hace unos días solo vestía ropas desgastadas y sucias, y ahora podía escoger entre tantas prendas.

Arrugaba su nariz mientras acariciaba las prendas tan suaves y Max solo sonreía ante las muecas de Wanda.

—— ¿No te gusta? — Wanda suspiró

—— Es muy linda pero — remojó sus labios — muy costoso — Max tomó la etiqueta y sonrió

—— ¿Que son 30, 000 dólares? — Wanda pasó saliva y negó — vamos Wanda solo disfruta —

—— No lo se — mordió su pulgar —

—— Anda Wanda, solo déjame agradecerte de una forma por estar conmigo —

—— No lo hago para que me agradezcas o me pagues Max, lo hago por que lo quiero hacer —

Cuando Wanda terminó de decir aquello Max no podía estar más sorprendido pues técnicamente ninguno se conocía tanto como para determinar si se caían bien o no, pero aún así Wanda optó por ayudarlo.

Sus labios se curvearon hacia arriba formando una sonrisa nerviosa a lo que Wanda levantó una ceja confundida.

—— ¿Que?

—— Valla eres la tercera persona en decirme eso —

—— ¿La tercera? — Max asintió — ¿quienes son las otras dos? —

—— Stark y Natasha – está última lo dijo como si aquel simple recuerdo le doliera —

—— Ya veo — sonrió

—— Pero dejémonos de charlas y compremos ropa Wanda, por que después de esto te tengo una sorpresa —

—— ¿Sorpresa? — dijo algo emocionada a lo que Max asintió — ¿de que se trata? —

—— No dire nada hasta que compres ropa

—— Tramposo — hizo un mohín a lo que Max rio

—— Eres tan tierna Wanda — le acarició la mejilla y ella solo lo veía avergonzada y Max agito su cabeza — anda vamos

La tomó de la mano y guió hasta los pasillos donde había ropa más tapada y cómoda o al menos era lo que Wanda le dijo que buscaba.

Entre risas y un Max probándose la ropa como si fuera una chica pasaron su tarde.

[...]

La noche llegó y ambos caminaban por las calles de Budapest con un helado, Wanda sonreía viendo todo a su alrededor y Max solo podía pensar en que parecía una niña pequeña, pues para ella todo era una maravilla.