Relatos de la muerte, sueños de la vida.

~Ciclos~

Todo se degrada, todo pasa a un estado a otro, un ciclo que añoramos que desaparezca pero que permanecerá en el ápice de la naturaleza viviente. Cada organismo y la mayoría de los seres vivos pensante o no, no quedan excluidos del abrazo de la parca. Se encuentra allí, parada y firme al final de una infinita variedad de caminos.

Paciente y glamoroso. Siempre lo imaginamos como un símbolo de libertad hacia lo material y lo innecesario, así como también una forma terrible de despedida, desprendiendo la indiferencia de lo pasajero y abriendo un telón hacia lo desconocido. Una presencia que nos libera del sufrimiento presenta la calma de un ángel y un silencio ensordecedor, pero al mismo tiempo, elegante. No distingue razas, no distingues géneros, ni sueños, virtudes, dolores o pesares, el esperará y te sonreirá.

La muerte les sonríe a sus regalos, los admira con paciencia y recelo. La carne putrefacta y el aroma abundante no son una molestia para este ser, pues el olfato de la vida, aunque fuerte es admiración ante su presencia.

Como ambos marcan su huella en la esencia de tu ser, la vida llega a ser violenta con sus besos y te deja moretones. Pero la muerte puede ser piadosa, y solo te marca con unos cuantos lunares.

Grande o pequeño, ancianos o bebes él te recibirá. Si sientes frio, calmara tu desahogo con un abrazo paterno, nadie ni nada te va a lastimar cuando lo abraces y te relajes en tu camino al descanso eterno.

"I love you", es el deseo de la muerte por escuchar. La muerte ama a la vida y se obsequian el hermoso regalo de una experiencia, ningún regalo queda sin abrir ni admirar con asombro y belleza. Pues, así como la vida se tomó la paciencia para hacer una belleza variable, la muerte brindaría la dulce critica de su amor sobre el regalo de su amada.

Durante Millones de años han jugado el mismo juego, contando la misma historia, pero ninguno de los dos se aburre o flaquea al respecto. Ellos anhelan con la variedad de la existencia brindando un camino de posibilidades, sus ojos se cristalizan al ver el nacimiento de una nueva flor, de una nueva estrella o incluso de un nuevo planeta.

La vida no juzga, solo brinda, y la muerte no te destruye, solo... te transforma.

Las lágrimas caen como representación de un amor eterno, la sensación pura de la misericordia que llega como un momento de esperanza que añora la libertad de sus creaciones. Los padres de la existencia, vida y muerte han amado, aman y seguirán amando todo lo crean y mantienen en la vida.

Y ahora, ambos detrás del telón de las estrellas, miran la vida que han creado con admiración y asombro esperando a brindar el abrazo eterno que te espera. Así que señor o señora, joven o caballero, señor indigente o mi amable musa, no te sientas triste.

Desde que el alba brinda su primer instancia de luz, y la luna se pose en los velos de las estrellas en la fría noche. Estaremos atentos en poder seguir alimentando tu espíritu con nuestra poesía, a través de miles de ojos, y millones de experiencias.

Porque todo pasara, llegaras a nosotros, y te amaremos.

¡Para siempre!