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Quackity y Shadoune se encontraban sentados en el frío césped, nuevamente pescando, esta vez por la mañana, ya que no querían arriesgar sus vidas, la última vez hubo una masacre y para su suerte salieron ilesos.

Sin olvidar mencionar como Shadoune observaba al contrario, sus ojos brillaban, estaba deslumbrado por su belleza, hipnotizado por su rostro, estaba tan enamorado de su compañero, pero eran sólo eso; compañeros.

- Shadoune... ¿Puedo preguntarte algo? - Quackity, sin mirar a Shadoune, le dirigió la palabra, sin darse cuenta de cómo este lo divisaba.

- Claro Quackity, p-pregunta. - desvió su mirada hacia otro lado, para que el contrario no se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

- ¿Es normal tener sentimientos por alguien más aún estando casado? Quiero decir. - se colocó en pie, frente de su compañero, mirándolo fijamente. - ¿Es normal que te guste alguien cercano a tí, pero sientes que no serás correspondido? -.

Obvio que lo sabía, le estaba pasando lo mismo, no sabía si Quackity sentía lo mismo que él, tenía miedo de confesar sus sentimientos y más sabiendo de que este no era el momento.

Shadoune guardó su caña y también se puso de pie, colocándose frente a Quackity, llevando una mano a su hombro izquierdo. - Lo sé Quackity, es normal, todos tienen sus dudas cuando se enamoran o incluso cuando vuelven experimentar el amor, pero lo mejor que puedes hacer es aclarar tu mente. - le brindó una sonrisa cálida, amaba pasar sus ratos con Quackity y eso era más que notorio.

— Gracias Shadoune, pero hay otra cosa que quiero preguntarte. —

Shadoune ladeo su cabeza hacia un lado, sentía un presentimiento extraño con respecto a aquello, pero haría lo que fuera por su patito.

— Dime, Quackity. —

— ¿Me ayudarías con el divorcio? —

la seine  |  shadouckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora