una rosa

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Estaba algo confundido con respecto a cómo sintiese ante una nota con rosas que estaba escrita en francés. Hace unos meses lo habían cambiado de colegio sin una razón clara sobre que había hecho mal ahí.

Pero al menos a Rubius también lo habían cambiado con lo que con él al lado no le costó demasiado adaptarse al nuevo grupo de amigos que había.

La mayoría gente con personalidad que si te pondrías a pensar eran muy contradictorias como para poder llevarse bien, pero chistoso o no lograban concordar en muchas por lo que aquellas personalidades se controlaban.

El supuesto líder, o como preferían decierle, quien protegía el grupo de algún que otro chico que se quería pasar de línea se llamaba Spreen. Era un pelinegro que siempre llevaba lentes, era de esas personas de pocas palabras pero cuando lo conocías bien empezaba a hablar como loco, amigable y en cierto punto egocéntrico, pero así lo querían así que nunca le dijeron algo.

El segundo, quien se encontraba también al nivel de Spreen era Shadoune, un muchacho de pelo castaño claro y con una personalidad muy amable hasta cierto punto, él se daba cuenta de muchas cosas, se podría decir que analizaba todo bien hasta que recién hacia algo, por lo que era precavido con respecto a decisiones que tuvieran mucha repercusión en su camino. Un dato que todos sabían era de que el chico sabía frances, eso porque Francia era su país natal.

Luego venia Missa, una persona linda y cariñosa con casi todo el mundo. No había persona que le molestará, ya que literalmente era un ángel, tenía pelo negro, con ciertos adornos de calavera (que parecían encantarle) y vestía siempre de color azul o morado, específicamente la gama de pasteles de esos colores.

Pero eso no era importante. El tema era saber quién le había dejado una carta en francés con una rosa en su casillero a casi la hora de la salida.

Habían talleres en la escuela, hasta donde sabía uno era de idiomas, dónde elegias qué idioma querías aprender, por lo que podía ser cualquiera de ese grupo. La campana sonó y decidió recurrir a la única persona que conoce que le podría traducir de manera perfecta lo que la carta decía.

Al llegar al salón se sentó al lado de Missa, volteo atras encontrándose con Shadoune y Spreen, el pelinegro de gafas estaba dado vuelta hablando con Rubius mientras el castaño parecía escribir algo en una hoja, no le tomo mucha importancia a eso y decidió preguntar por su ahora duda existencial.

━━ ¿Shadou me podrías hacer un favor? Es uno chiquito - vio como el castaño cerraba y guardaba rápido la libreta en donde escribía.

━━ claro Quackity, dime ¿Que necesitas? - sonrío de manera algo vergonzosa, como si tuviera miedo de que encontrarán algo entre sus papeles.

𝐥𝐞𝐭𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐚𝐯𝐞𝐜 𝐝𝐞𝐬 𝐫𝐨𝐬𝐞𝐬 [𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐮𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora