Había estado en Polonia menos de dos meses cuando había sido rastreado, no supo si habían sido los hombres que trabajaban para su papá o integrantes de la mafia que estaba detrás de él, había tomado su mochila con los únicos cinco cambios de ropa antes de salir huyendo de ahí.
Normalmente tomaban cerca de cinco meses localizar su ubicación pero esta vez solo les llevó menos de dos meses, no se tomó el tiempo para preguntarse cómo lo habían encontrado tan rápido antes de que se encontrara saltando de un tercer piso. Apenas había logrado escapar pero una bala le había rozado su brazo derecho.
Logró huir a tiempo pero no había salido ileso.
Para cuando se dio cuenta se encontraba abordo de un avión con destino a Japón, no le había dado tiempo de siquiera poder curar su herida y ahora su camisa estaba manchada de sangre, tenía suerte de que fuera de color negro para ocultar el carmesí de su sangre.
Japón era el último destino al que iría ya que había personas que lo buscaban ahí pero se había enterado hace unas semanas que aquella mafia se había restablecido en China así que pensó dirigirse a Japón ya que nunca esperarían que fuera ahí.
Tal vez era una misión suicida pero probablemente tardarían en darse cuenta de que estaba ahí, y para cuando lo hagan, él ya habría huido de Japón.
Aún tenía suficiente dinero para al menos sobrevivir dos años más por lo que tenía que pensar cuidadosamente en qué gastarlo aunque probablemente en dos años más ni siquiera esté con vida.
Era la primera vez que viajaba a un país del continente asiático y agradeció que su madre era Japonesa por lo que sabía hablarlo fluidamente.
Salió del aeropuerto un tanto tembloroso, probablemente la herida de bala se haya infectado al no ser atendida correctamente. Pensó primero ir a la farmacia para poder comprar lo necesario para curarla pero entonces recordó su aspecto, tenía que cambiarlo cuanto antes ya que habían logrado ver su apariencia actual cuando trató de huir.
Tomó su mochila y sacó la única sudadera que tenía para abrigarlo y se puso el gorro de esta para ocultar su apariencia por el momento, subió a un taxi para dirigirse a la ciudad.
Pasó a la tienda de conveniencia más cerca y tomó uno de los tintes más baratos, después de pagar se fue a uno de los baños que estaba en la gasolinera de enfrente.
Se paró frente a al espejo tratando de regular su respiración, había estado tan cerca de morir y apenas fue lo suficientemente rápido para huir de ahí. Eso era lo más cerca que había estado de esas personas después de cinco años huyendo.
Pasó un minuto con la mirada hacia abajo antes de alzarla para mirarse al espejo.
Se veía muy asqueroso.
Normalmente trataba de evitar mirar su apariencia en los espejos o cualquier reflejo ya que le daba repulsión su apariencia, solo se miraba cuando tenía que pintar su cabello de otro color.
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home | MiTake
Fiksi PenggemarTakemichi no conocía lo que era tener amigos ni un hogar, lo que conocía mejor que nada era el arte de huir sin dejar rastro. La mayor parte de su vida no había permanecido por más de 5 meses en el mismo lugar, había conocido varios países de Europa...