capitulo 2 - Arreglos.

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Era muy temprano en la mañana, con solo unos pocos rayos de sol iluminando el Caldero chorreante, cuando una familia se vuelve a encontrar nuevamente.

Eran unas de las pocas personas que estaban despiertas a esa hora. Las tiendas recién están siendo abiertas y las aves apenas comienzan a cantar.

Un hombre robusto junto a su hija y su nieto ahora mismo están sentados en una mesa apartada del resto.

Alexander sonríe con orgullo mientras observa a su hija limpiar la cara llena de migajas del pequeño Severus.

La mirada carbón de la mujer se encuentra con la de su padre durante algunos instantes.

- Siento mucho como resultaron las cosas, padre - Finalmente dice Eileen.

Algo brilló en los ojos del hombre. Una suma tristeza se veía en esos profundos ojos que se asemejaban a la noche.

- El que debería disculparse soy yo. Falle tanto como padre - Deja salir en un hilo de voz.

Eileen toma suavemente las manos de su padre entre las suyas. Sonríe cuando el contacto se siente cálido y agradable.

Sus ojos inevitablemente se empezaron a sentir húmedos ante el contacto.

Diablos extrañó tanto a su padre.

- Estrella de mi vida, no llores romperas mi corazón - Dice Alexander acunando el rostro de su hija con sus manos.

Un suave sollozo se escapa entre los labios cerezas de la mujer.

- Me equivoqué padre, me equivoqué tanto - Expresa Eileen entre lágrimas perladas.

Alexander sintió que algo se rompió dentro de él cuando vio tanta tristeza y angustia en los ojos de su preciosa hija.

- No te has equivocado en todo. Diste a luz a un hijo maravilloso - Afirma con la voz ronca.

La mujer mira hacia su costado dónde se encuentra el pequeño Severus. Este lo mira con sus grandes ojos negros llenos de inocencia.
El niño está aferrado a la ropa de su madre sin saber porque está tan triste y sin saber que hacer para que sonría.

Eileen sonríe con tristeza y abraza con un brazo a su hijo. Lo acerca más a ella y deja un suave beso en su coronilla.

La mujer sonríe oliendo el suave cabello de su hijo. Él aún huele un poco a bebé.

Toma algunas respiraciones y acaricia el cabello de Severus.

- Tienes razón - Dice Eileen en un suave susurro.

Alexander solo asiente satisfecho mientras un café aparece delante de ambos adultos.

El hombre se toma unos momentos  para reflexionar mientras bebe unos sorbos de su café.

- Aún cuando huiste le pedía a la magia todos los días que dónde quieras que estés, fueras feliz y estés a salvó - Confesó Alexander y luego de unos segundos tomo el suficiente coraje para preguntar lo que estuvo en su mente durante horas.
- ¿Qué pasó para que huyeras en medio de la noche con tu hijo en brazos? -

El rostro de Eileen se endureció con la pregunta. Sus ojos se veían fríos hasta que al final que suspiro y observó a su padre.

Ella levanto una ceja hacia él y señalo con la cabeza a Severus quien los veía a ambos atento.

Alexander abre los ojos al entender y coloca un 'muffiato' para que los más jóvenes de la mesa no escucharan.

- Ayer por la mañana Severus tuvo un episodio de magia accidental muy grande - Dice Eileen con una suave sonrisa.             - Destruyó toda la calle del vecindario -

La noble casa Prince Donde viven las historias. Descúbrelo ahora