✯ Capítulo 3 ✯

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Mansión Malfoy.

Draco:

Había muy poca información de las Veelas registrada.

Se sabía que eran descendientes de las sirenas, pero a comparación de estas, las Veelas poseían una belleza hipnótica y su danza lograba que cualquier hombre entrara en una especie de trance que los incitaba a hacer cualquier cosa para llamar su atención.

Draco recordó lo vergonzoso que fue ver a toda la población masculina en el Mundial de Quidditch casi babeando cuando las Veelas se presentaron, explicarle a sus amigos por qué rayos no recordaban nada, y por qué parecía que él no se vio afectado fue todo un problema.

La mayoría de estás siempre aceptan trabajos de animadoras, su población provenía de Europa del este, y muy rara la vez encontrabas a una Veela sangre pura en un trabajo "normal" los hombres Veela entraban prácticamente en los términos de peligro de extinción.

Era mucho más común ver a cuartos Veela e incluso terceros, que puros.

Pero las harpías, ellas eran muy diferentes.

A comparación de las Veelas, las Harpías eran en su mayoría de pelo oscuro, el trance las convertía en seres completamente aterradores, y los ojos se les iluminaban de un rojo escarlata brillante. Estás suelen explotar la hipnosis de una manera oscura, logrando que la persona en dicho trance se convierta en un servidor incapaz de racionalizar que era verdad y que no, ocupaban su sangre y mordida como un conducto venenoso, que ataba la sangre de la presa y lo volvía su sumiso hasta que esta decidiera que ya no le servía.

La mayoría moría.

La lucha entre las Veelas y las Harpías era conocida por toda Europa, ya que las rubias no aprobaban para nada que su magia hipnótica y sus poderes de curación y fuerza de guerra, se utilizaran para el mal. Era como una especie de traición a la divinidad que les fue otorgada al nacer, un secreto a voces por supuesto, sabía que quienes poseían más información al respecto eran los magizoologos, pero incluso con ellos, no muchos tenían datos corroborativos concretos.

Esa era una de las principales razones por las que las sirenas decidían matarlas, y no es que estas pudiesen ser culpadas por ello, las sirenas eran de las criaturas marinas más poderosas, con su propio sistema y jerarquía, al ser el conducto principal en la mezcla entre su sangre y mágica humana, su autoridad ante estas era casi irrompible.

Pero cuando las Veelas decidían revelarse, el cabello se les oscurecía, la piel se les apagaba, y su poder dejaba de ser algo imperceptible para convertirse en una fuente de energía oscura. Por ello, los descendientes de Veelas o estas mismas, sabían cuando una Harpía entraba a algún lugar, el vínculo mágico y la línea de sangre corría por las venas de las Veelas, alertándolas de la situación. Si llegabas a ver a una Veela y a una Harpía en el mismo sitio, la tensión en las miradas podía cortarte en mil pedazos.

Al menos para quienes estaban al tanto de la amenaza que eran las Harpías.

Saber que existía un grupo elevado de ellas que buscaban alzarse ante las normas del ministerio, era peligroso. La decisión de Charlotte de llevarlo con ella a dicha tarea sospechaba había sido calculada y meditada con anterioridad, y no algo que se le ocurrió a último momento como quiso hacerle creer.

Pero después de intentar leer el informe detallado por cuarta vez, su mente volvió al recuerdo de esa misma tarde, en donde su lado consciente dejó de funcionarle y se vio besando a Potter.

¿En qué estaba pensando? Claramente no lo estaba haciendo, racionalizar los motivos por los cuales decidió hacer semejante estupidez y disociarse por primera vez en años eran imposibles de entender. Hurgó en su mente, en el recuerdo, repitiéndolo una y otra vez, tratando de encontrar lógica o algún tipo de motivo fuerte por el que se sintió tan llamado a besarla.

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