Prólogo

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París, la ciudad del amor de los akumas, por el momento nos ubicamos aquí, frente a la torre más conocida de París, la torre Eiffel, donde los dos héroes de parís patrullan.

Después del akuma de Penal team, todo a estado bastante tranquilo, lo que preocupa a París pues no es algo normal.

—Miau, mi lady, aún no tenemos ningún akuma— comentó el de traje de cuero poniéndose a un costado de la héroe con traje moteado.

—Lo sé, gatito, Hawk moth debe estar planeando algo grande— contestó de traje moteado.

Dicho y hecho, una explosión se escuchó cerca de aquel lugar donde los dos héroes conversaban.

—Hablaste muy pronto, gatito— se burló la chica un poco.

Ambos héroes se dirigieron a donde la explosión se pudo escuchar, con cautela la héroe de cabello azabache se acercó al villano.

Cabellos teñidos de azul neón, traje de dos colores neón, y un antifaz, como si de un héroe se tratara.

—¡Soy viaje!, y si Ladybug y Cat noir no me entregan sus miraculous, ¡teletransportare la torre Eiffel al otro lado del mundo!— amenazó aquel villano de cabellos neón.

—Intenta imitar el poder del miraculous del caballo...— susurró la héroe mirando al villano.

Narra Ladybug

No sé donde estoy... por un momento todo se volvió negro para mi.

Desperté como Marinette en algún lugar, no sé donde, sólo sé que era un bosque con verde y frondosa vegetación.

Tikki estaba a mi lado, con pesadez me acerqué a ella para revisar di no tenía alguna herida.

Tomé a Tikki en mis manos y la revisé, no tenía ninguna herida por lo que me acerqué a un río cerca de aquí.

Mi imagen era la misma... pero no me sentía igual.

Traía ropa diferente, una malla con aspecto de blusa, unos shorts que me llegaban a la rodilla y eran color rosa vino, un guante una muñequera color rosa opaco, una blusa del mismo color con un cinturón ancho color rosa claro y opaco.

Unos zapatos de tacón color negro, aunque parecían unas botas.

(Ropa en multimedia) -Escritora.

Me acerqué a un arbusto cercano, en el habían unas cuantas frutas, se las ofrecí a Tikki para que recuperará su energía.

Tikki revoloteo un poco antes de esconderse entre mi nueva ropa, escuché un ruido y me mantuve alerta, lista para usar las habilidades que mi madre me enseñó años atrás para poder defenderme en caso de ser necesario.

Narro yo

La azabache estaba al pendiente, al ver a un hombre asomarse por los arbustos no dudó en propinarle una patada en la quijada.

—¡¿Quién eres?!— preguntó la azabache a la defensiva mirando al desconocido frente a ella.

—Eso quería preguntarte, estaba leyendo por aquí y escuché un ruido, ¿quién eres? -preguntó el hombre de identidad desconocida.

—Marinette Dupain— respondió a la defensiva.

—soy Kakashi Hatake...— se presentó con desconfianza. —¿Qué haces aquí?— preguntó mirando a la chica de cabellos azabaches.

—Ni yo misma sé— contestó la de ojos azules.

—Entonces ven conmigo, me hace falta una alumna, la que tenia me la robaron— ofreció el adulto.

Marinette dudó un poco, su mente le decía que lo pensará bien, pero su corazón tomó control de su cuerpo y aceptó.

El hombre dio una sonrisa, cargó a la chica y la llevó a Konoha.

[...]

Pasaron unas semanas, ya era costumbre ver a Kakashi y a Marinette entrenando.

La azabache había demostrado ser bastante buena en el combate cuerpo a cuerpo, y también tenía las cinco afinidades de chakra, lo que sorprendió y alegró a Kakashi en gran medida ya que podría enseñarle los justsus que había copiado.

Marinette era una chica segura de sí misma y algo orgullosa, pero a pesar de tener aquella personalidad un tanto orgullosa, su verdadera personalidad era la de una chica amable y risueña, claro que solo lo era con aquellos que tuvieran su confianza.

—Otsukare— se despidió el de cabellos plateados para entrar a su habitación.

—Otsukare, Sempai— respondió la chica con una sonrisa.

Marinette ya estaba acostumbrada a hablar el japonés con bastante fluidez, pero hoy tenía aquel reto, traer los miraculous a donde quiera que estuviera.

Lo primero que hizo fue transformarse, una vez siendo Ladybug tomó su yoyo y lo abrió, comenzó a sacar uno por uno los miraculous, al terminar, sacó la caja, sí, ahora la caja estaba con ella, aunque esta estuviera vacía.

Comenzó a acomodar cada miraculous en su lugar.

Uso el jutsu que Kakashi le había enseñado, silenció la habitación por un rato.

Abrió la caja esta vez con los miraculous guardados, los Kwamis salieron de la caja con alegría, ansiaban ser libres un rato.

—¡Sí!, ¡¡libres!!— habló el pequeño kwami del tigre apenas salió de la caja.

—¡¿Ya es el ayer?!, ¡no!, ¡¿es el 307!?, ¡¿Ya apareció el fantasma?!— preguntó el kwami del conejo mirando a su alrededor, su actos era bastante paranoica.

—Calma Fluff— trató de tranquilizar al ver la pequeña crisis de tiempo de su pequeño kwami.

El pequeño conejo blanco solo se dejó mimar, todos los Kwamis amaban ser mimados por la azabache aunque muchos no lo quisieran admitir.

—¿Dónde estamos, maestra?— preguntó el kwami de la tortuga mientras examinaba el lugar.

—En Konoha— respondió la azabache con una sonrisa radiante.






Publicado: JUE/02/FEB/2023
Editado: Sáb/20/Ene/2024

Mis chicos (Narunette, Sasunette, Gaanette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora