Capítulo 5 (Si lo es)

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Narro yo

Era el día siguiente, todos comían su desayuno en la mesa, pronto los cuatro partirían a la torre Kazekage.

—Bien, vamos a trabajar— habló la rubia con algo de emoción.

Los cuatro partieron a la torre Kazekage donde se dividieron las tareas de ese día.

Marinette actuaría como una secretaría para facilitar el trabajo, Temari y Kankuro resolverían los asuntos fuera de la torre, mientras que Gaara se encargaría del papeleo y los asuntos dentro de la torre.

—Cuándo estés cansada puedes descansar todo lo necesario— dijo el chico de cabellos carmín mirando como la de cabellos azabaches organizaba papeles y rechazaba aquellos que eran inservibles.

—Solía ayudar a Lady Tsunade no será muy cansado— respondió la chica con una sonrisa.

—Solo espero que Tsunade-san no me mande una carta reclamando por tu ausencia en su oficina— bromeó el chico.

—No te preocupes, en ese caso yo lo resolveré por ti— prometió con una sonrisa.

[...]

—¿Cómo va la operación?— preguntó la rubia por medio de un radio.

—Se están sonriendo por el momento— respondió el castaño. —¡Espera!, ¿se van a besar?— preguntó mientras se inclinaba un poco para tener una mejor vista.

—¡¿Qué?!, ¡fíjate bien!, ¡capaz y ya tenemos a una Kazekage!— habló la rubia con emoción extrema a través del radio.

—Falsa alarma— confirmó el castaño para desilusión de la rubia.

[...]

Habían pasado tres días, la operación "Gaanette" seguía en pie, operación creada por los Sabaku no, claro, sin incluir al menor de los Sabaku no.

Marinette y Gaara se tenían aún más confianza que antes, si antes eran amigos ahora parecía que se conocían de toda la vida.

Y sin contar que varias veces los encontraban bastante juntitos.

—Gaara, Mari, les traje más papeleo— avisó la rubia entrando a la oficina con varios papeles en sus manos.

Ante esto, Marinette actuó rápidamente y se dispuso a tomar los papeles que Temari traía en manos.

—Gracias por traerlos, Temari, estaba a punto de ir por ellos— agradecí la chica.

—No es nada, solo quería ahorrarles algo de trabajo— respondió la de ojos verdes con una sonrisa.

A penas Temari salió de aquella oficina, Gaara se levanto y tomó los papeles que ahora Marinette tenía en manos, los dejó sobre el escritorio y ambos se sentaron en el sillón de la oficina.

—Mimos— pidió el chico.

Cada vez se les hacía más costumbre aquello, ya sea que la azabache mimara al de cabellos rojizos dandole algunos abrazos o simplemente jugando con los cabellos color rubí del chico.

Mis chicos (Narunette, Sasunette, Gaanette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora