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—¿Saben por qué están aquí ustedes dos?

El director parecía molesto, aunque sabia disimularlo muy bien, pero la vena marcada de su cuello y el tic nervioso de su ojo daba a entender lo contrario, hacia ejercicios de respiración para no levantarse y empezar a insultar a los dos jóvenes que tenía en frente, no era la primera o segunda vez que tenía que verles las caras, era la quinta vez de la semana y estaban todavía a lunes, era insufrible aguantar las quejas de los profesores y más de los que no se callaban ni debajo del agua.

Como siempre, sentados en los asientos frente a su escritorio los dos alumnos que no podía estar juntos, por un lado a la derecha con la mejilla roja y la ceja partida, pero cubierta con una tirita de dinosaurios, estaba Kim Namjoon, el hijo del profesor de gimnasia y presidente de la Junta de profesores, no era una sorpresa ver lo en el despacho del director y a pesar de su pésimo comportamiento, era un excelente alumno a la hora de las notas, por otro lado a su izquierda, con la ropa desordenada, el labio partido y los ojos llorosos, estaba Kim Seokjin, aunque los dos compartieran apellido su única unión era el odio que se tenían, era un alumno medio, llevando los estudios con tranquilidad y no sacaba notas bajas, pero sus peleas con el moreno marchaban un poco su imagen, a veces literalmente, como ahora que por su mojado cabello caía un pequeño río de chocolate derretido, manchando toda su ropa y cara, nada más verles sabia lo que había ocurrido y fuera mentira que aquellos dos eran el futuro del país.

El señor suspiro agarrando la parte de hueso de su nariz, deteniéndose unos segundos para pensar con claridad y no soltar el diccionario de insultos que tenía a sus cincuenta siete años, ganas no le faltaba y su sueldo no era lo bastante bueno como aguantar les, pero no podía hacer nada que ponerles un castigo, revisó con la mirada su libreta de apuntes de las reuniones con los profesores de los dos, buscando alguna solución en ellos y por fin la bombilla de su mente se encendió, mostrando una sonrisa maliciosa.

—Bien, como no dicen nada ya lo haré yo. —dijo apoyándose en la mesa con los codos, juntando sus manos y señalarlos— Ustedes dos quedan castigados y como se que pronto será el examen de Biología, tendrán que hacer un trabajo de 150 páginas sobre la reproducción de las células, explicado al detalle junto a una presentación y dos vídeo, uno con información y el otro con ustedes explicando lo.

—¡¿QUÉ?! —dijeron los dos jóvenes al mismo tiempo, mirando horrorizado al mayor y sintiendo como su alma abandonaba su cuerpo.

¿Cómo iban a hacer para estudiar para el examen y hacer todo aquello?

Simplemente era imposible, vieron como sus horas de sueño y tiempo libre se despedían con un pañuelo de ellos, alejándose en la lejanía y como el estrés y las pocas ganas de vivir, llegaban rompiendo la puerta, era algo surrealista, además tenían que hacerlo juntos, JUNTOS. Si ellos no podían verse sin pensar en el insulto más doloroso y molesto que sabían, eran como el agua y el aceite.

—Ni de coña voy a hacer esa mierda de trabajo, si el que me pego fue él, que lo haga él. —dijo Namjoon señalando de mala manera al peli castaño, recibiendo una mirada asesina de su parte y un suspiro de parte del director.

—Te jodes, si te he pegado es por que me has tirado el chocolate, pedazo de neandertal! —dijo Jin saltando de su asiento pero sin levantarse, mirando al moreno con los ojos abiertos ante su limpiada de manos.

Quería hacerse el víctima el muy cerdo.

Jin no se quedó atrás ante las acusaciones del moreno. Sacándole el dedo del medio cuando este lo miro y también le hizo el gesto de que le dieran por culo, un gesto que el director conocía, pero no dijo nada, totalmente no cambiaría nada la actitud de estos.

.・゜-: ✧ :- FALDA CORTA-: ✧ :-゜・.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora