*NOTA: Las pocas personas que hayan llegado a leer las primeras actualizaciones, lamento haberlo borrado pero no lograba encajar conmigo y no podía seguir con la historia cuando la trama no me llenaba. Así que decidí cambiarla, tal vez el prologo sea igual hasta cierto punto, desde el primer capítulo todo será diferente.
Gracias por su atención, disfruten la lectura.
14 de septiembre, 2000.
Corea del Sur se encontraba cubierta por el cielo nocturno y estrellado, siendo la fiel compañía de muchos la luz de la luna - la cual se encontraba en su punto más fuerte al ser luna llena-. Sin embargo, una mujer reposaba en una camilla blanca, rodeada de olores clínicos e iluminada con la luz blanca artificial, siendo sus gritos su único sonido en ese momento y su dolor su compañía.
Moon Byul- yi, o conocida con su nombre de casada como Han Byul-yi había entrado en labor de parto hace dos horas. Sentía su cuerpo arder de dolor con cada contracción y lo único que quería era que todo eso terminara. Lamentablemente sabía que eso tardaría bastante y más si se trataban de mellizos.
- ¡Mierda! ¡Sáquenlos de una maldita vez! - grito mientras apretaba la delgada mano de su esposo, Ho Seok.
- Cariño, duele. - se quejó el adulto. Grave error.
- ¿Ah? ¿Con qué te duele? - dijo irónicamente la pelinegra - ¿Qué te parece si mejor para la próxima tú quedas embarazado y te acuestas en esta camilla? Para que digas que duele.
Sus reclamos nuevamente fueron callados por una nueva contracción, la cual hizo que gritara aún más fuerte. La doctora encargada comenzó a revisar a la embarazada, colocando sus guantes blancos de látex checó la dilatación, dando así inició al parto al ver que estaba preparada.
- Llevemos a la señora Han a la sala de parto, ya es hora.
Byul-yi solo podía gritar en desesperación y jadear, esperando a que ese dolor que tanto comenzó a detestar terminará.
- ¡Son los últimos, Ho Seok! ¡¿Entendiste?! ¡Los últimos! - Y antes de que siguiera reclamando a su esposo, Byul comenzó a pujar para por fin dejar salir a los bebés. - ¡Carajo esto duele!
Los minutos pasaron, siendo guiados por las manecillas del reloj al igual que sus chasquidos (los cuales no eran perceptibles en la sala de partos al ser opacado por los gritos de la futura madre). A las cuatro cincuenta y seis se escuchó el primer llanto, una hermosa niña de gorditas mejillas había visto por primera vez la luz del quirófano.
Ho Seok parecía querer llorar al escuchar el llanto de su pequeña bebe, sin embargo, su acción fue interrumpida al sentir de nuevo como su esposa apretó su mano. Minutos después, a las cinco con cinco minutos nació un pequeño niño que, al igual que la pequeña, tenía las mejillas rellenitas.
- ¿Pu-pue-puedo ve-verlos? - preguntó la mujer con su voz jadeante, sintiendo sus ojos cerrarse por el cansancio.
- Mejor descansa, amor. - sugirió el hombre mientras acariciaba la frente descubierta de su esposa, quitando algunas gotas de sudor.
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Touch too much (LIXSUNG)
FanfictionHumillación, vergüenza e inseguridad, era lo que sentía Han Ji Sung cada que sus ojos analizaban el reflejo de su cuerpo en el espejo. Los comentarios de las redes sociales sobre algo nuevo y desconocido lo hacían sentirse asqueado de su propia...