Capítulo 4 - Shinzu

78 17 0
                                    


Mi amada Bestia

Mi amada Bestia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Shinzu


Anya sintió de inmediato que el gato había bajado un poco la guardia.

Ella le tendió la mano con cuidado.

-Ven conmigo, ¿hm? Puedo pedirle a mi doncella vendas y medicinas. Te enfermarás si vuelves a casa en esta condición.

El gato permaneció en silencio mientras olfateaba la mano de Anya. Puso su pequeña garra en su palma, dejándola sentir su suave pelaje negro.

El corazón de Anya palpitaba veloz.

El gato le acarició la mano y se subió a su brazo sin previo aviso.

-¡Ah..! – chillo sorprendida.

La cálida y suave bola de piel se acomodó en su abrazo. Tuvo que evitar soltar un grito de alegría.

No lo olvides, me iré a casa tan pronto como me curen.

-Está bien, está bien, ahora vamos así podemos tratarte ya...

Esto no, nos hace amigos.

La voz apagada del gato era tan linda que Anya no pudo evitar sonreír.

-Oye, pero ¿Cómo puedes hablar si eres un gato?

Porque no soy un gato- dijo molesto

- ¿Entonces qué eres? – dijo curiosa

「Eso es para más tarde. Te desmayaras por la conmoción. 」

Anya miró al gato, cómodamente acurrucado en sus brazos con los ojos cerrados.

Ella le pidió que fueran amigos por lo solo que se veía, pero ahora que lo abrazaba, en realidad se veía muy adorable.

-Sí, sé que aún no somos amigos...

Pensó en los gatos que había visto antes, los que intimidaban a este gatito.

Ella había sido algo entrometida, honestamente...

Pero ver al gato le recordó tanto que los niños del pueblo y sus hermanos la intimidaban tanto que no podía pasar de largo.

-Mi mamá solía regañar a todos los niños que me intimidaban... - sonrió con nostalgia

Todo el dolor reprimido la apuñaló en el corazón.

Su madre, que la abrazó como si estuviera sosteniendo a este gato ahora.

Al venir sola al palacio desconocido, extrañaba a su madre más que nunca.

Había mejorado un poco con el tiempo, o eso pensaba. Un anhelo silencioso se extendió a través de ella como olas del océano.

Mi amada Bestia / Damian&AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora