Mi amada bestia
Soy tu padre
Alguien se acercó al hombre rubio que estaba alimentando a un loro y le hizo una rápida reverencia antes de gritar;
- ¡Su Majestad! Tengo algo muy importante que contarte.
El rubio dejo volar al loro y se dio la vuelta para mirar a su sirviente. Se sacudió los pedazos de alpiste que le quedarán en las yemas de los dedos con expresión indiferente. La luz del sol golpeó su hermoso rostro.
- ¡El anillo ha sido encontrado!
Los ojos del hombre se agrandaron de sorpresa una vez que escuchó esa palabra.
- ¡Niña inútil!
La hemorragia nasal no paraba. La voz que estaba tan acostumbrada a escuchar hoy era especialmente dura.
La niña se mordió los labios y se secó la nariz apresuradamente con una manga sucia.
- ¡Perrita lamentable! Te contraté por pura generosidad, ¡lo mínimo que puedes hacer es hacer bien tu trabajo! – grito el gordo hombre.
La niña se agarró el hombro, burlándose del hombre en voz baja.
- Hmm... Me paga dos monedas de cobre a la semana. Soy la única persona que podría contratar - murmuró.
Volvió a levantar la mano. Anya apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza.
Sintió un golpe en la cabeza, la sangre de su nariz goteaba por su barbilla y manchaba su cuello sucio.
Cuando el hombre levantó la mano una vez más, tuvo que correr. Huyendo de la posada y de ese hombre tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permiten.
El nombre de la niña era Anya, había trabajado como empleada en la posada desde la muerte de su madre.
El trabajo no fue facil: tenia las manos hinchadas por sus tareas lentas y tediosas. Pero era la única opción que tenía para una joven huérfana como ella, era eso o ser vendida a algún rico con intenciones muy dudosas.
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Mi amada Bestia / Damian&Anya
Roman d'amourAnya era una princesa con sangre plebeya en las venas. Vivía tranquilamente en el Palacio Separado entre los cielos, pero un día, cura a un gato herido. El gato se convirtió en un bálsamo para su vida solitaria. Pero el adorable gato de ojos dorado...