Capitulo 15 - Molesta hasta la medula

21 8 0
                                    

Mi amada Bestia

Molesta hasta la Médula

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Molesta hasta la Médula


Kero se abalanzó sobre Damian, sin saber si estaba intentando atacarlo o cortejarlo.

(¡Date prisa y cámbiate! ¡Si! ¿Sí? ¡Ahora! ¡Venga!)

El pajarito sobreexcitado nunca cambió, no importa cuántas veces se encontró con un Damian enojado. Eso en sí mismo fue bastante sorprendente.

Anya estaba perdida y pensaba, mirando cómo Damian comenzaba a gruñir y perseguir a Kero, que ya estaba batiendo sus alas y huyendo.

Si. Será reconfortante ir con el Damian humano.

A pesar de que parecía un niño humano normal, seguía siendo un Shinzu. Si eso fuera revelado... Bueno, seguramente la actitud de la gente hacia la princesa olvidada cambiaria.

¿No lo dijo él mismo? ¿Qué no quería lidiar con los ancianos descubriendo que estaba pasando tiempo con ella?

Aunque no podía controlar eso, no quería ser una carga para él. Además, había estado estudiando el idioma antiguo con tanta intensidad y preparándose mentalmente. Sabía lo suficiente para sostener una pequeña charla ... Lo suficiente para hacerse cargo de la situación por sí misma.

-Déjame, Damian. Yo iré sola. Está bien

Ella le dijo, estando ocupado apretando al pobre pájaro entre sus patas. Rápidamente se dio la vuelta y la miró fijamente.

Kero, todavía apretado en sus garras, batía salvajemente sus alas y le gritaba que lo salvara. Damian lo ignoró y la miró con calma.

¿Por qué? ¿También eres una de esas personas que no quiere mostrar su cara en una fiesta con una bestia?

-¿Eh?

Así que tampoco quieres que te vean con una bestia, ¿eh?

Anya, tratando de averiguar qué significaba su palabra, miró sus patas. Kero había escapado y salió volando por la ventana.

(¡Puede que sea realmente guapo, pero está loco!)

La voz balbuceante del pájaro resonó desde lejos. Claramente se había vuelto cada vez más descarado.

Anya tocó a Damian, que seguía mirando a Kero con incredulidad.

-Damian...

Sus orejas se erizaron. No habló, pero Anya sabía que significaba que estaba escuchando.

Ella comenzó a acariciar su espalda con suavidad.

-Damian, mírame. ¿Qué quieres decir con que no quiero estar con bestias?

Mi amada Bestia / Damian&AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora