Capítulo 5

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Han Do decidió ignorar a Woo Sik, fingiendo que no estaba sentado en su sofá viendo televisión, y también pretendió hacerlo a la hora de la comida, pero ya que el alfa no parecía tener ninguna intención de irse, al momento en que pidió su comida y la de su hijo al restaurante, lo pensó unos segundos antes de pedir para Min, sin embargo, realmente esperaba que se fuera antes de que esta llegara.

Había fingido que su conversación de antes no le había afectado, que verlo sentado en su sofá no lo hacía, que sus palabras no seguían resonando en su cabeza y que no le hacían sentir ansioso, porque una parte de él quería caer rendida a Woo Sik, como cuando compartían su celo y nada le importaba, mientras que otra seguía negándose a él, porque ellos habían terminado años atrás, cuando decidió dejarlo, y la única razón por la que seguían viéndose era su hijo.

Han Do se apoyó en el marco de la puerta de la cocina y se cruzó de brazos, observando al alfa con detenimiento, lo relajado que parecía en su sofá y con cero intenciones de irse.

—Woo Sik, es momento de que te vayas.

La mirada de Woo Sik se apartó de la televisión sólo unos segundos para mirarlo antes de que regresara su atención a la pantalla, y como si estuviera haciendo un berrinche y le dijera que no lo haría, se acomodó más en el sofá, incluso se abrazó a uno de los cojines, como si le estuviera diciendo que estaba lo suficientemente cómodo como para querer irse.

—Eres imposible.

Han Do regresó a la cocina para tomar su móvil que había dejado en la encimera y luego rodeó la sala y se dirigió a la habitación en la que estaba su hijo. No quería seguir viendo a Woo Sik, y para asegurarse de que no invadiera ese espacio, al entrar cerró la puerta con seguro. Dejó su móvil en la mesita de noche y encendió la lámpara sobre esta antes de sentarse en la cama, viendo a su hijo que dormía tan plácidamente, ajeno a lo que sucedía con sus padres.

Soo Hyun era el punto débil de los dos, y aunque en el pasado no creyó que Woo Sik podría quererlo ya que lo odiaba a él, ahora sabía que se había equivocado, y lo único bueno que salió de su matrimonio fue su hijo.

Han Do ahora sabía lo equivocado que estuvo en el pasado por aferrarse a Min, pero estaba seguro que ese no fue su primer error, sino el casarse con él a pesar de saber que no lo amaba, aunque a veces sentía que fue el enamorarse de él, sin embargo, eso no era algo que él pudiera pensar en evitar, no sabía cómo se podría hacer eso, quizás no yendo a las reuniones con sus hermanos, pero eso no aseguraba que no fuera a suceder si conocía a Woo Sik en una ocasión diferente.

Si había algo que Han Do más lamentaba de todos esos años de matrimonio, no era el tiempo perdido entre ellos, ni el intentar que Woo Sik lo amara, sino el hecho de haber perdido dos bebés por no poder ponerle fin a algo que no lo estaba llevando más allá de un callejón sin salida, y que sabía que pudo haber terminado con él muerto, y que la única razón de que no lo hiciera, se debía a la ayuda económica que los Min recibían de su familia y que se convirtió en su seguro de vida.

Han Do evitaba pensar en el pasado tanto como podía, pero cada vez que Woo Sik insinuaba que debía de regresar a su lado, los recuerdos volvían como para decirle que no debía de caer otra vez en el hueco del que con gran esfuerzo logró salir. Sí, sabía que tampoco eso lo estaba haciendo tan bien, porque no debería de pasar su celo con él, pero era más fácil eso que ahogarse en supresores y tener un resultado mediocre.

Todo sería más fácil si Woo Sik se limitara a ser el otro papá de Soo Hyun, o si ya decidieron que compartirían sus celos, estos no terminaran con Han Do preparando una taza de café para el alfa cuando ese periodo acababa, o si a veces no se dejara llevar por el coqueteo de Min y compartieran uno que otro beso fuera de lugar.

Inestable o Café (Completa en Joyread, Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora