Capítulo 51

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—¿Bible?—levante la cabeza para verlo

—¿Esperabas a alguien más?

—¿Cómo me encontraste?

—El rastreador en tu teléfono.

—¿Qué haces aquí?

—Tú me ayudaste cuando yo había huído, creo que me toca a mí.

—No tienes que hacer esto.

—build, tal vez yo no te entienda por completo ni sea idéntico a ti y es eso lo que me gusta de tí. Todos pueden abandonarte pero yo no soy todos, tal vez tú a mí ya no me quieras o tal vez nunca me quisiste, pero que importa si tú no me quieres yo te amo y me basta para sentir que debo asegurarme que estás bien.

—iAy, Bible! Jamás vuelvas a decir que no te quiero. - me lancé sobre él a abrazarlo.

—Ven que te vas a resfriar. - me tomó de la mano y me guió hasta una pequeña cueva que se hacía de la unión de dos rocas enormes, suficiente para protegernos de la lluvia.

—Está muy oscuro.

—Saca tu super teléfono.—se burla

—No te burles de mi teléfono.

—Mira. - señaló unas ramas.

—¿Qué tiene?- dije temblando del frío.

—¿Tienes frío, cierto?

—Si—Bible tomó las ramas y las unió, sacó un encendedor y prendió en fuego aquellas ramas.

—¿Quién trae un encendedor consigo además de un fumador

—Alguien precavido. - se sentó a la par mía.

—Gracias. - dije cabizbajo

—Ni lo menciones, pero... - me miró.

—¿Qué?

—Tienes la ropa remojada, así nunca se te quitara el frío.

—Tú también la tienes mojada.

—Lo mejor es quitársela, así el calor llega más rápido al cuerpo.

—No voy a desnudarme.

—Antes te pagaba porque no te quitaras la ropa, ahora no lo haces ni por ti mismo.

—Lo siento, me da incomodidad que me mires sin ropa.

—Esto sí que es raro. - me levanté - ¿Dónde vas?

—Tengo una manta en la cajuela de mi auto.

—No vas a salir en lo oscuro tú sola, espera aquí, yo la traeré. - salió y regresó a los segundos con la colcha. - Está un poco húmeda.

—No importa. - la tomé.
Me quité la ropa quedando en ropa interior y rodeé mi cuerpo con la colcha frente a la fogata para calentarme, me sentí mucho mejor. Bible se quitó la ropa y se acercó a la fogata pero noté que tenía los labios más rojos de lo común y temblaba un poco de frio.

—Puedes acobijarte conmigo si quieres.

—Gracias. - se acercó y los dos nos arropamos con la colcha.
Sentí su manita fría tomando mi cintura.

—¿iQue haces!?

—Es que tengo frío.

—Pero tu mano está bien fría.

—Lo siento. - apartó su mano.

—Mira... - tomé sus manos - Acá está más caliente. - puse sus manos sobre mi entre pierna, él me sonrió.

Niño mal [BibleBuild] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora