Capítulo 6

229 37 7
                                    

Kalissa Morton.

Son las cinco de la mañana, demasiado temprano para oír la voz fuerte de Marcus al otro lado de la puerta, en la sala, intentando comenzar una pelea con Khalid o imponer alguna orden.

Puedo escuchar, con esfuerzo, como las respuestas de Khalid hacia el hombre de ojos verdes son tan suaves y llenas de paciencia como pocas veces he escuchado en otras personas.

Abro los ojos y me siento sobre la cama para estirarme justo a tiempo para cuando escucho el doble tocar de unos nudillos sobre la madera de mi puerta.

Me levanto, coloco la llave que guardaba en mi mesa de luz en la cerradura, la giro y abro para encontrarme a Khalid de frente seguido de Marcus, quien me observa con los brazos cruzados y una mueca.

Parece que en todo un año no ha podido aprender a mejorar su carácter.

Pero no lo culpo, yo tampoco he podido hacer varias cosas, olvidarlo por ejemplo.

Es increíble que luego de un año tortuoso, al volver a verlo pueda volver a sentir exactamente las mismas cosas que sentía antes, o incluso con mayor intensidad, como si tal anhelo que tuve de él durante el año pasado hubiese hecho que mi amor creciera.

Supongo que mi amor por Marcus se ha vuelto incondicional.

Paso mi mirada entre ambos.

-¿Sucede algo?

-Marcus quiere hablar contigo.

Lo miro.

-¿Si?

-Tambien quiero que desayunes, hazlo primero.

No suena como la orden que me esperaría.

Siento extraño cuando vamos todos juntos a la cocina, Khalid prepara los cafés, las comidas y Marcus se sienta frente a mí en la mesa de madera rectangular. Es algo extraño, como si dos fases diferentes de mi vida se hubiesen unido esta mañana.

Marcus solamente se me queda mirando, quizá no sabe cómo actuar exactamente luego de la escena que hice ayer, por lo que para cortar el silencio decido hablar.

-Ahora me siento celosa de que él también te diga Marcus- lo veo elevar una ceja con cierta diversión, lo que me da pie a continuar - quizá deba ponerte un apodo, ¿No crees? Quizá terroncito de azúcar o...

-Nauseas- suelta con cierta gracia, claramente refiriéndose a que el apodo no le agrada en absoluto.

Una risa corta, pequeña y baja sale de mí ante ello, cuando Marcus se da cuenta de lo que hago los ojos se le achinan ligeramente mientras intenta esconder una sonrisa.

-Escucha- parece más suelto al hablar otra vez- Emerson sabe todo.

Que lo llame por su apellido como si estuviese en la base no es lo que me preocupa ahora, sino...

-¿...Todo?

Una mirada triste vacila entre lo que siento y lo que no quiero sentir cuando él asiente.

Khalid llega a tiempo para dejar nuestros cafés y tomar asiento con el suyo propio a un lado de Marcus. Me dan espacio.

-¿Qué es todo?- pregunto, mi mirada pasa rápidamente por el hombre pelirrojo antes de volver a Marcus.

-Quien eres, quién soy, cuál era tu objetivo, porqué desapareciste, porqué lo hiciste y...

-¿Por qué cuentas esas cosas?- siento que la pena que siento se convierte en una furia que avanza poco a poco.

-Era necesario, Kalissa. Y ahora lo que es necesario es que termines tu desayuno y nos dirijamos a la camioneta para irnos de aquí.

Marcus sabe voy que voy a contestar algo y que esa respuesta no será bonita, sabe que si no le conté a Khalid sobre el clan por algo fue, porque no quiero ponerlo en peligro, me ha ayudado demasiado como para compensarlo de tal forma.

Vendetta [Libro 2 de Vindicta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora