Vendetta [Libro 2 de Vindicta]

Capítulo 7

Regreso a la base.

Kalissa Morton.

El camino hasta el aeropuerto es silencioso, la manera en la que tomamos el avión también, sin embargo es silencio parece ser, en esta instancia, más que perfecto entre nosotros. Ninguno sabe realmente que decir.

Seguimos en la camioneta por mi ciudad hasta llegar a la base, conforme el tiempo pasa y yo voy reconociendo las calles que me rodean no puedo evitar el cosquilleo de ansiedad que se acumula en mi estómago. ¿Habrá cambiado algo? ¿Será todo igual? Probablemente la respuesta a la segunda pregunta sea un no.

Pasamos por las calles que recuerdo a la perfección, las calles donde había salido a caminar con Marcus, dónde había salido con las chicas en busca de locales de ropa para Catalina.

Y la pregunta que hace meses tengo en mi cabeza llega otra vez con la diferencia de que hoy si la puedo expresar. Hoy si recibiré una respuesta.

-¿Pudieron recuperar a Catalina?

Me giro para observar a Marcus, en todo el largo camino no habíamos intercambiado ni una sola mirada. Hasta ahora que me observa devuelta mientras la velocidad se reduce y el vehículo se detiene al aparcar a un lado.

-Chapman hace lo posible para que así sea.

La respuesta me decepciona. Mi ahijada aún no ha aparecido.

-Quiero una reunión con todos los del clan hoy mismo, quiero contar lo que pasó y a quienes ví, poder entregar lo máximo de información para poder ayudar en la búsqueda de mi Catalina y...

Marcus niega con su cabeza y cuando mi tono se detiene ante el gesto él decide responder.

-Kalissa, lo entiendo, entiendo lo que quieres, pero no creo que tener una reunión hoy mismo sea lo mejor para ti.

-Ayudar será lo mejor para mí, ponerme al corriente lo será- afirmo con un asentimiento seguro.

-Será mañana.

El tono autoritario me hace ladear la cabeza mientras de manera involuntaria mis ojos se entrecierran ligeramente hacia él.

-Tú no me mandas, Marcus. ¿Lo has olvidado?

Antes de que tenga oportunidad de hablar yo continúo. Me niego a volver a perder a causa de un hombre la libertad que acabo de conseguir.

-Si piensas que lo que pasé me hizo más "manejable" y que seguiré tus órdenes entonces lo mejor será tomar caminos separados como era antes de la alianza.

Su mirada no se aleja de la mía mientras responde lentamente. Parece haber trabajado su paciencia.

-No pienso eso, sabes que no lo hago. Pero no permitiré que estés bajo esas presiones en tu primer día de vuelta en la base. Quiero que te pongas cómoda, quiero que vuelvas familiarizarte con lo tuyo y que tengas una sesión psicológica esta tarde.

-¿Una...?

-Las tendrás cada día hasta que la profesional te dé el alta, empezando hoy.

Lo pienso. No he tenido paz en más de un año y tampoco creo volver a tenerla en una eternidad, pero si quiero llegar a mi objetivo: renacer y vencer a los monstruos que intentaron destrozarme, entonces tendré que apoyarme en alguien que me entienda.

Marcus nunca lo hará, las chicas tampoco. Nadie.

-Si voy no es porque tú me lo órdenes, Graham.

Aunque quiere evitarlo y ocultarlo la comisura derecha de su labio se eleva ligeramente al escuchar su apellido saliendo de mis labios.