Capítulo 5

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Marcus Graham.

Esta noche conocí la versión de Kalissa que preferiría no haberlo hecho, la versión no más débil, sino la más rota.

Sé perfectamente que no es débil, nunca podría llamarla de tal manera. Durante este tiempo hemos conseguido más cintas sobre lo que le hicieron, sin embargo en un momento se detuvieron. Aquello me hace pensar que algo más sucedió y de lo que no estamos enterados. La sola idea me eriza el cabello.

La mirada de desconcierto que recibí, la mirada de amor reflejada en sus ojos y luego la mirada de terror que me dió...

Ella aún me ama, pero no está lista para nada que no sea prepararse para ponerse de pie, eso es algo que entiendo. Estoy seguro que aquello no le costará demasiado, si, tendrá bajos muy duros en el camino, pero la forma en la que me recibió esta noche, aún con todo lo sucedido me hace ver y pensar que en el fondo de ella aún se encuentra la mujer de la que me enamoré.

Mis pensamientos se alejan cuando escucho el cerrar de la puerta de la habitación de Kalissa, una vez lo hago me levanto de la incómoda posición de cuclillas y me giro hacia el hombre de cabello naranja que me observa. Su mirada es de confusión, pero la mía también junto con otros matices que prefiero reprimir con todas mis fuerzas por el momento.

Sé que él no es el enemigo, al haber recibido el llamado misterioso supuse que era ella, por lo que asumí que si la oportunidad se le dió fue porque se encontraba el libertad. Aún así me encargué de mandar a alguien a espiar el lugar dos días atrás, allí es cuando me di cuenta, al llegarme los informes, de que él no era un mal hombre, que de hecho la estaba ayudando.

Ninguno dice ni una sola palabra, solamente nos quedamos mirandonos el uno al otro, analizandonos de arriba hacia abajo con curiosidad.

Al final decido hacerlo yo primero, pero solo para meterle presión.

-¿Nombre?

-Khalid Emerson, ¿El tuyo?

¿Me tutea?

-Yo hago las preguntas- y es cierto, acabo de ver a Kalissa Morton conviviendo con este sujeto luego de un año desaparecida, necesito información- ¿Sabes quién es la mujer que tienes aquí?

-Kalissa.

-¿Sabes su apellido?

Niega.

-¿Sabes quién es?- vuelvo a preguntar, esta vez la pregunta se refiere de manera diferente.

-Kalis...

Le hago un gesto de asentimiento solo para callarlo. Ni siquiera sabe quién es ella, muchos menos sabrá de nosotros, ¿Pero cómo puedo confiar en él por completo? Si lo conozco de menos de cinco minutos.

Repentinamente vuelvo a hablar luego de unos sesenta segundos de silencio.

-Me quedaré aquí, ¿Tienes una habitación más o utilizo el sillón?

El hombre frunce el ceño y ladea su cabeza.

-¿Disculpa?

-Te disculpo, utilizaré el sillón.

-No- niega- digo, eres un extraño, ¿Por qué tendría que dejarte quedar aquí?

Porque no puedo dejar a Kalissa aquí sola otra vez, porque ya no quiero estar lejos de ella y porque necesito esperar hasta la mañana para poder llegar hasta donde mi camioneta se encuentra.

-Asumo que dejaste quedar a una mujer que no conocías.

-Pero estaba herida y...

No lo dejo terminar, la preocupación me ataca, pero intento disimular.

Vendetta [Libro 2 de Vindicta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora